Sunday 14 November 2010

KROHN HABLA SOBRE LA ENTREVISTA A LA RTP (TELEVISIÓN ESTATAL PORTUGUESA)


28.04.10 | 14:35. Archivado en Semper Idem (en defensa propia), Reportaje sobre mí mismo en la Televisión portuguesa (RTP, vídeo)
◦◦

La television (estatal) portuguesa TRTP 1 emitió ayer martes a las nueve de la noche una entrevista de media hora de duración que me hizo la semana pasada uno de sus equipos venido "ex professo" desde Lisboa.


El grueso de la entrevista transcurrió en el interior de la Real Biblioteca (Bibliothèque Royale de Bruselas) Y tuvo de marco inevitable la anunciada visita de Benedicto XVI a Fátima el 13 de mayo próximo. Y de detonador también, en la mente de sus mentores supremos -¿por qué no lo debería decir?- lo hayan sido tal vez especulaciones a ciencia cierta "in crescendo" en la opinion publica de aquel país sobre la seguridad de la visita papal, con el riesgo cierto de haberme visto de nuevo en la picota (...)

Como así ocurrió con la visita de JP II, el 13 de mayo del 2000 -la segunda de su pontificado- cuando Interpol dictó mandato de caza y captura contra mi persona (en no sé cuantos países) pese al hecho notorio que me encontraba residiendo normalmente desde hacia ya bastante años en Bélgica (sin cambio además de domicilio)

La entrevista se desarrolla simultáneamente en portugués -las preguntas de la periodista- y en castellano, mis propias respuestas. Hoy todavía -eso espero- estaré en condiciones de ofrecer a los lectores de mi bitácora el enlace (digital) de la entrevista por entero

.../...

Y aquí el enlace con la entrevista completa:


.../...

Y aquí añado en atención de los lectores de mi bitácora el testo del mensaje que envié hace un rato a un grupo de mis antiguos amigos y camaradas del FES, tras haber visionado y escuchado con detenimiento el reportaje de la elevison portuguesa:

ENTREVISTA RTP

Queridos amigos y camaradas todos, como tal vez ya sabréis por mi blog, la televisión(estatal) portuguesa RTP difundió anteayer a las nueve de la noche un reportaje de media hora por cuenta mía con una entrevista que me hizo un equipo de esa cadena aquí en Bruselas a principios de la semana pasada. Me lo ofrecieron ellos mismos y fue sin duda de resultas de los preparativos de la visita de Benedicto XVI a Fátima el proximo 13 de mayo.


Pensé mandarosla especialmente, por lo que me pareció de antiguo una deuda para con todos vosotros que me conoceis (bien), y era la de un complemento de explicación -de todo lo que podreis hasta ahora haber sabido o colegido de mi gesto de Fatima.

En la entrevista de ahora declaro que en el fondo no quería matar el papa (polaco). No es una frase oportunista de mi parte, que vendría además a contradecir lo que digo en otro trozo de la entrevista ("que no me arrepiento de nada")

Confieso que fue algo, es cierto, que nunca me preocupé excesivamente después. Pero hace años leyendo un libro de Nietzsche -de su fase digamos "primera epoca", la menos conflictiva- creo que di con la clave del enigma en un aforismo suyo, que en realidad eran la mayor parte recopilacion de moralistas antiguos de los siglos XVI y XVII especialmente franceses (catolicos), donde venia a decir que el criminal que (dice que) no queria matar, en realidad prueba con la comision de su acto que en el fondo era eso lo que andaba buscando.

Y se me ocurrio de pronto el argumento "a contrario", como de cajón, que por motivos análogos, el que dice (como fue mi caso) que queria matar -como así declaré en mi juicio que fue lo que me condeno-, y en cambio no lo hace, prueba así que no-era-eso-en-el-fondo lo que andaba buscando. Y se me quitaron las dudas (que me quedaban)

No es una discusion sobre la violencia (legitima) la que aqui planteo que aqui ya sabeis todos lo que pienso en el tema, sino una aclaracion sobre un punto concreto -mi gesto de Fatima- que debía suscitar interrogantes (legítimos) de antiguo entre algunos de vosotros.

Lo que buscaba -como lo declaré en la entrevista- lo conseguí. Un acto de denuncia, de repercusion mundial. De denuncia profética si quiereis llamarla así. Y por eso no me arrepiento (en el fondo) de nada.

También queria llamar vuestra atención sobre otro punto que gravitaba pesadamente en la entrevista y lo eran las declaraciones de hace año y medio del que fue secretario personal del papa Wojtya en las que afirmaba que yo hice verter sangre en Fátima al pontifice, algo que segun me comentó Lorenzo en una ocasión, también suscitaba interrogantes (como es lógico) entre vosotros.

Soy categórico al respecto, y el subcomisario portugués que interviene en el reportaje viene a darme la razón ahora. La unica sangre que alli se vertió fue la mia que me corté al caer con el sable/bayoneta; y quizás tal vez (accidentalmente) la de uno de los colegas de aquél como lo afirma en el reportaje (sin duda en el momento de recoger la bayoneta)

Por ultimo queria comentaros otro punto que planeaba sobre el reportaje y lo era naturalmente mi condena judicial. Me condené yo solo. Ni el subcomisario que aparece en el reportaje ni los demás testigos que declararon delante del tribunal afirmaron ninguno de ellos el haberme visto empuñar la bayoneta. Me condenó el tribunal "à conviction" (no recuerdo como se dice en español) Sin mas pruebas que mis propias declaraciones. El decir "que había querido matar al papa".

Y si algunos de vosotros comprendeis el portugues podreis comprobar que ese es precisamente el punto que sirve de conclusión a las declaraciones en el reportaje de Santos Cabral, uno de los jueces que me condenaron. A la pregunta de la periodista si yo quería realmente matar, responde "Si, no me cabe la menor duda" (...) ¿Le convencieron mis declaraciones, como a los otros miembros del tribunal, o les escandalizaron mas bien? Juzgar por vosotros mismos.

Sobre el perfil innegablemente político -entre paréntesis- de este personaje os podreis documentar un poco en el enlace que aqui os envío (y que me acabo de encontrar, para mi gran sorpresa...), que el portugués de lectura es fácil. Candidato derrotado el año pasado a la presidencia del tribunal supremo portugués -a manos del candidato "de derechas"-; antiguo director general de la Policía judiciaria portuguesa (un respeto) -después de mi condena- y hombre de confianza a todas luces de José Socrates, el actual jefe de gobierno socialista, íntimo de Zapatero. Implicado -aparentemente- con él en un caso de corrupción y escuchas ilegales ("Face oculta") como se desprende del artículo.


Espero pues haberos así aclarado en la medida de lo posible sobre aquello.

Un fuerte abrazo de vuestro (viejo) amigo y camarada.
(A vosotros y a los que no figuran en mi lista de direcciones)

Juan Fernandez Krohn (desde Bruselas)


COTTARD: LA MÈRE D'UNE VICTIME DÉNONCE DES PRESSIONS ET MENACES

LE CRI DE COLÈRE DE JOCELYNE LASNET DE LANTY

Rédigé par P. Ch. le Lundi 17 Juillet 2000

Jocelyne Lasnet de Lanty est la mère de Damien, scout noyé à 13 ans et demi, lors d'une sortie en mer le 22 juillet 1998, au large des côtes bretonnes. Mort dans le naufrage d'un petit voilier-école, comme trois de ses camarades ainsi qu'un plaisancier qui tentait de les sauver. Jocelyne fut la seule - avec la mère du plaisancier - à oser engager des poursuites judiciaires contre l'abbé Jean-Yves Cottard, membre de l'Association française des scouts et guides catholiques et du mouvement intégriste de la Fraternité Saint-Pie X, qui dirigeait le camp de vacances au moment de l'accident. Pour l'ecclésiastique, Damien et ses compagnons ont été rappelés à Dieu. Il n'y a rien à dire, ni à faire contre la volonté divine ! «Cela fait longtemps que l'abbé Cottard ne fait plus confiance à la justice des hommes» , prétend Me Morin, son avocat.

En revanche, les amis du prêtre - qui a été condamné à quatre ans de prison dont dix-huit mois ferme (peine confirmée en appel) - ont tenté de protéger leur mentor, avec des méthodes indignes. Jocelyne Lasnet de Lanty a révélé, dans une lettre ouverte à l'abbé Cottard, les pressions et les intimidations qu'elle a subies depuis la mort de son fils. «Ils voulaient que je signe un bordereau affirmant que je n'engagerais aucune poursuite» , raconte-t-elle. On lui proposera même d'acheter son silence avec un chèque de... 30 000 F. Il y aura ensuite les lettres de menaces, les coups de fil anonymes. Puis on essayera d'influencer ses proches, notamment son beau-frère qui témoignera en faveur de Cottard. Jocelyne, elle, résiste. Aujourd'hui, elle réserve sa colère à l'abbé. «Puisque vous avez jugé utile de m'adresser sans honte vos bons voeux pour chaque année passée sans Damien, puisque vous avez su utiliser certains membres de ma famille pour témoigner de vos bonnes intentions [...], je peux vous affirmer que vous m'avez convaincue de ne jamais adhérer à votre interprétation de la religion» , écrit-elle. «J'espère que le souvenir de Damien, de son sourire, de sa candeur et de sa confiance vous hantera et vous rongera le coeur pour qu'enfin vous réalisiez l'horreur de vos propos et de votre fuite.» Dieu, espère-t-on, reconnaîtra les siens !



COTTARD: LA COUR D'APPEL CONFIRME LA PEINE

Dix-huit mois fermes contre l'abbé Cottard

La cour d'appel de Poitiers a donc finalement confirmé la décision du 6 juillet 2000 de la cour d'appel de Rennes, qui avait été annulée en cassation.

L'abbé Jean-Yves Cottard, 57 ans, a été condamné vendredi à quatre ans d'emprisonnement dont 18 mois ferme par la cour d'appel de Poitiers (Vienne).

Il était poursuivi pour homicides et blessures involontaires par violation délibérée d'une obligation manifeste de sécurité à la suite du naufrage le 22 juillet 1998 d'un dériveur dans lequel quatre scouts, dont il avait la charge, et un plaisancier venu leur porter secours sont morts.

L'abbé Cottard, membre de la Fraternité sacerdotale Saint Pie X, tout comme ses avocats, n'était pas présent à l'audience vendredi à Poitiers. Ils ont encore cinq jours pour décider d'un éventuel pourvoi en cassation. Une peine de quatre ans d'emprisonnement dont 18 mois avec sursis avait été requise le 30 mai par le représentant du ministère public.

Interdiction définitive

La cour d'appel de Poitiers a donc finalement confirmé la décision du 6 juillet 2000 de la cour d'appel de Rennes (Ille-et-Vilaine). Cet arrêt avait été annulé par la Cour de cassation en octobre 2001. Les magistrats de la plus haute juridiction pénale avaient alors estimé que l'abbé n'avait pas bénéficié de la loi sur les délits non intentionnels. La cour d'appel de Poitiers a confirmé l'interdiction définitive faite à l'ecclésiastique d'exercer toute fonction d'encadrement en matière d'activités civiques, sportives ou de loisir.

Elle confirme également le montant des dommages-intérêts que l'abbé Cottard et l'Association française des scouts et guides catholiques doivent verser aux parties civiles. A savoir, 22.867 euros à Jocelyne Lasnet de Lanty, la mère de l'un des quatre jeunes gens; autant à Dominique Sigogneau et 7.622 euros à Suzanne Sigogneau, mère et grand-mère du plaisancier décédé.

"Soulagement"

Selon Me Yann Gasnier, avocat de Dominique et Suzanne Sigogneau, "c'est un soulagement pour elles, nous espérons que ce soit la dernière fois que nous plaidons cette affaire. Cette décision fera date au regard de l'application de la loi Fauchon de juillet 2000 sur les délits non intentionnels, qui globalement est plus douce pour les justiciables. Pour une fois, on ne systémise pas le fameux responsable mais pas coupable", a-t-il dit.

L'ecclésiastique avait été condamné à quatre ans d'emprisonnement dont 18 mois ferme le 6 décembre 1999 à Guingamp. Cette peine avait été confirmée par la cour d'appel de Rennes le 6 juillet 2000. Son arrêt a été annulé en octobre 2001 par la cour de cassation en raison de l'application de la loi sur les délits non-intentionnels. (AP)

COTTARD:L'APPEL CONFIRME LA PEINE

Quadruple noyade : la dernièrechance de l’abbé Cottard

Sam 01 Jui 2002 |00:00

L’abbé Jean-Yves Cottard, a comparu jeudi devant la cour d’appel de Poitiers. Une ultime tentative d’éviter la prison. la justice lui reproche sa responsabilité dans la mort, le 22 juillet 1999, de quatre scouts et d’un plaisancier lors d’un naufrage au large de Perros-Guirec. L’avocat général a réclamé la confirmation de la peine déjà infligée au prêtre: 18 mois de prison ferme. La cour a mis sa décision en délibéré au 5 juillet. C’est la deuxième fois que l’abbé en soutane noire, qui n’a passé que 20 jours en détention et vit dans une communauté intégriste, comparaît devant une cour d’appel.Ses avocats s’étaient pourvus en cassation pour qu’ils puissent bénéficier de la nouvelle loi sur les délits non intentionnels, en principe plus douce pour les justiciables. Ils avaient gagné puisque la Cour de cassation avait annulé en octobre 2001 sa condamnation à 4 ans de prison dont 18 mois ferme.Au contraire le président de la cour, Alain Albert, n’a eu de cesse de noyer l’ecclésiastique dans ses contradictions et l’avocate générale, Béatrice Sallaberry, a égrené un long chapelet de manquements à la sécurité. Dans un réquisitoire sévère et passionné, l’avocate générale a estimé que l’abbé, rabaissé au rang de « Monsieur Cottard », avait « créé les conditions du naufrage » et était pénalement responsable du drame. Elle a réclamé la même peine que celle infligée depuis le début de l’affaire.« Chronique d’une mort annoncée »Quand la tragédie s’est produite, par une mer déchaînée, l’abbé, censé surveiller ses scouts aux jumelles, déjeunait tranquillement au restaurant. C’est lui seul qui avait décidé que sept passagers d’une Caravelle mal entretenue -(prévue pour six) devaient prendre la mer à 8 heures du matin, alors qu’ils étaient déjà épuisés par deux journées précédentes de navigation et qu’ils avaient montré leurs limites dans la maîtrise du voilier-école.Mais, en vertu des conceptions pédagogiques autoritaires de l’abbé intégriste, les enfants, âgés de 12 à 17 ans, devaient « racheter leur image » après leurs échecs.L’abbé Cottard n’avait alerté les secours que sept heures plus tard après le retour prévu du bateau, de surcroît en leur donnant une mauvaise localisation, ce qui avait retardé leur intervention. Un navire de plaisance avait porté secours aux adolescents en détresse, en état d’hypothermie, dont quatre ont perdu la vie.L’un des trois navigateurs, Guillaume Castanet, 31 ans, était tombé à l’eau au cours du sauvetage. C’était la « chronique d’une mort annoncée » a déclaré à la presse sa mère, Dominique Sigogneau, une des deux parties civiles.


PEINE CONFIRMÉE POUR L'ABBÉ COTTARD

La cour d'appel de Poitiers a condamné hier à quatre ans de prison dont 18 mois ferme, l'abbé Jean-Yves Cottard, poursuivi après la mort de quatre scouts qui avaient péri en mer en juillet 1998 au large des Côtes-d'Armor, ainsi qu'un plaisancier venu à leur secours.

Mettant un terme à un feuilleton judiciaire de quatre ans, l'arrêt confirme la peine prononcée en juillet 2000 par la cour d'appel de Rennes et celle infligée en première instance en décembre 1999 par le tribunal correctionnel de Guingamp pour «homicides et blessures involontaires» et «manquement délibéré à une obligation de sécurité et de prudence ».

L'abbé intégriste qui vit dans une communauté catholique à Croix, près de Lille, avait vu dans la nouvelle loi sur les délits non intentionnels, dite loi Fauchon, promulguée quelques jours après l'arrêt de la cour de Rennes, en juillet 2000, la possibilité de voir sa peine allégée.

Il s'était pourvu en cassation et, de fait, la Cour de cassation avait annulé en octobre 2001 l'arrêt de Rennes. L'affaire avait été renvoyée devant la cour d'appel de Poitiers.

Mais cette dernière n'a pas estimé que la responsabilité de l'abbé pouvait être atténuée par la nouvelle loi et a maintenu la peine.

« Il était difficile de ne pas reconnaître la culpabilité de l'abbé Cottard avec tous les éléments aggravants qui se trouvaient dans le dossier », a estimé Me Yann Gasnier, avocat de la mère du plaisancier qui avait trouvé la mort en voulant porter secours aux jeunes scouts.

Les différents procès avaient mis en évidence que le camp de scouts dirigé par l'abbé Cottard ne disposait ni du matériel ni du personnel adaptés à la pratique de la voile pour de jeunes enfants et adolescents novices. De surcroît, le jour du drame toute une série de fautes avait été commises par l'abbé lui même.

Publié le 06/07/2002 | LaDepeche.fr

COTTARD: UN APÔTRE DE L'EXTRÊME DROITE

Scoutisme

Un apôtre de l'extrême droite

Par Charles Gilbert, Rosso Romain, publié le 06/08/1998

L'abbé Cottard est non seulement le chef musclé d'un camp scout meurtrier, mais aussi un prêcheur zélé de la cause chouanne, un proche du FN

J'ai eu, un jour, une réflexion charmante d'une personne qui me confiait son fils. Nous partions en camp de scouts marins et, bien sûr, nous allions faire du bateau. Or elle s'inquiétait et elle me dit: ??Faites attention, je n'en ai qu'un! ''(...) A tous ces parents, je leur dis: ne vous inquiétez pas, j'ai deux contrats d'assurance extraordinaires que je vous propose de souscrire: le premier, c'est Saint Joseph Assistance, le second, c'est Ange gardien 24 h/24. (...) Chaque fois que nous avons un problème, je dis aux enfants: nous allons demander à saint Joseph, et le problème se résout immédiatement»...

Ces paroles édifiantes sont celles de l'abbé Jean-Yves Cottard, responsable du camp de scouts marins où quatre adolescents et un plaisancier venu leur porter secours ont péri noyés au large de Perros-Guirec (Côtes-d'Armor), le 22 juillet dernier. Elles sont tirées d'un sermon prononcé, le 6 septembre 1992, lors de la messe de la Journée chouanne de Chiré-en-Montreuil (Vienne), un des grands rendez-vous des catholiques traditionalistes. Le prêtre faisait ainsi une confiance aveugle à la Providence, qui semble malheureusement l'avoir trahi. Il est aujourd'hui accusé d'avoir laissé partir sept gamins de 12 à 16 ans sur une mer démontée sans aucun accompagnateur, malgré l' «avis de grand frais» lancé le matin par Météo France et prévoyant des vents de force 6, malgré les exhortations de pêcheurs qui avaient déjà secouru les scouts la veille, malgré les remontrances dont son association avait fait l'objet en 1997, à l'occasion d'une inspection du ministère de la Jeunesse et des Sports...

On s'attendait à voir les parents des victimes fustiger l'inconscience de l'abbé, incarcéré à Saint-Brieuc pour «homicides et blessures involontaires et non-assistance à personne en péril». Non seulement ils n'ont pas porté plainte, mais ils ont bruyamment réclamé sa libération pour qu'il puisse assister à la messe de funérailles des enfants. En vain. «C'est notre père, le médecin de nos âmes, et nous avions plus que jamais besoin de lui: il n'a pas voulu ce drame, alors pourquoi l'enfermer comme un vulgaire malfaiteur?» demande Bertrand Pruvost, ingénieur, la cinquantaine, père de cinq enfants, dont l'aîné, Jean-Baptiste, 16 ans, a péri dans le naufrage. «Mon fils est parti le premier, en protégeant les petits: il a obéi jusqu'au bout à la loi scoute.» Les familles des victimes se réfugient d'un même élan dans le fatalisme et la ferveur religieuse. Elles ne comprennent pas l'indignation provoquée par leur attitude, qui semble dédouaner leur abbé, et se disent victimes d'une cabale médiatique. «Cette affaire a été exploitée de façon honteuse, s'indigne Bertrand Pruvost: on nous colle l'image de fanatiques d'extrême droite. Mais nous n'avons rien à voir avec le Front national: intègres, oui, mais intégristes, non!»

N'empêche qu'il ne s'agit pas de n'importe quels scouts: l'organisation à laquelle appartient le père Cottard est clairement marquée à droite de la droite et pratique une pédagogie musclée, en accord avec ses idées, qui consiste à traiter les enfants «à la dure» pour leur inculquer les valeurs éternelles de l'honneur, de l'effort et de la discipline. Fondée en 1980 par Pierre Monet, un disciple de Mgr Lefebvre, l'Association française des scouts et guides catholiques (AFSGC) appartient à la branche la plus radicale des catholiques schismatiques qui refusent les réformes du concile Vatican II et dénoncent pêle-mêle l'oecuménisme, la théologie de la libération, le marxisme athée, la décadence des moeurs et le «matérialisme du capitalisme libéral». Ses membres participent, le 1er mai, au défilé lepéniste de la fête de Jeanne d'Arc, ainsi qu'aux fameuses Journées chouannes organisées par un certain «centre de Chiré», en fait la maison de vente par correspondance de livres intégristes Diffusion de la pensée française (DPF), qui se réclame d'Henry Coston, auteur de pamphlets contre le prétendu «complot judéo-maçonnique».

Outre l'abbé Cottard, on y rencontre des croisés de tout poil, des monarchistes, des nostalgiques du maréchal Pétain, des militants anti-avortement, des révisionnistes, comme Henri Roques, des journalistes du quotidien prolepéniste Présent et des membres du bureau politique du FN, tel Jean-François Galvaire.

Par ailleurs, Pierre Monet, commissaire général de l'AFSGC, a reconnu, dans un entretien avec l'AFP, avoir organisé des camps de vacances en association avec les Cadets de France et d'Europe, la branche juvénile du Cercle national des combattants de l'ancien para Roger Holeindre, vice-président du FN. Salut au drapeau, chants militaires, stages de survie et discipline de fer sont au menu des enfants de 8 à 14 ans, sous la férule de prêtres en soutane et rangers. «Une logique de secte», a dénoncé la mère d'un adolescent qui a participé l'an dernier à l'un de ces camps d'été en Bretagne: «C'était pire qu'à l'armée, il est revenu en ayant appris des chants fascistes.» Sous prétexte de tremper leur caractère, on en vient ainsi à embrigader les jeunes tout en les livrant à eux-mêmes au mépris de toutes les règles de prudence. Ainsi le naufrage de Perros-Guirec n'est-il pas un dérapage isolé. Quelques jours avant le drame, on apprenait que 72 fillettes participant à un camp de Scouts d'Europe, dans le Cantal, avaient été victimes d'insolation, après avoir assisté à une messe en plein cagnard. Une semaine plus tard, le responsable d'un camp des scouts Saint-Louis, autre organisation de la mouvance traditionaliste, a été entendu par les gendarmes pour avoir abandonné un adolescent de 14 ans en pleine forêt de Mervent, en Vendée, en l'obligeant à rejoindre le campement à 18 kilomètres, sans nourriture et sans boussole... pour le punir d'avoir triché en faisant de l'auto-stop lors d'un raid.

«Mes deux autres fils continueront à fréquenter les scouts», assure Bertrand Pruvost, qui renouvelle plus que jamais sa confiance à l'abbé Cottard. Il comprend la réaction de la mère du jeune plaisancier mort en sauvant les enfants, la seule pour l'instant à avoir déposé plainte et à s'être portée partie civile. «C'était son fils unique et je partage sa douleur, qui doit être terrible. Nous avons la chance d'avoir d'autres enfants, et cette foi en notre Seigneur qui nous aide à supporter l'épreuve, ce qui ne semble pas être son cas. C'est pourquoi nous avons cherché à la contacter, pour la remercier et la réconforter. Mais nous n'avons pas reçu de réponse pour l'instant.»


THE COTTARD CASE ON BBC

World: Europe

French fundamentalist Catholic priest on trial

The trial has begun in France of a fundamentalist Catholic priest accused of causing the deaths of five people at a scouting summer camp.

The man, Father Jean-Yves Cottard, was in charge of the camp in July 1998 when four inexperienced teenagers and a rescuer drowned after their boat capsized.

Father Cottard, who belongs to a strict order linked to the far right National Front, is alleged to have run the camp along paramilitary lines. The BBC Paris correspondent says the incident has shed light on the secretive world of the order following the reaction of the bereaved parents -- who said that the arrest of Father Cottard was a greater loss than being deprived of their children.

From the newsroom of the BBC World Service


LISTE DE VOTANTS AU CHAPITRE GÉNÉRAL ET STATUTS DE LA SSPX 2006

Click here

ABBÉ COTTARD ÉVOQUÉ DANS "SPIROU"

le retour de l’Abbé Cottard… dans Spirou!

Cbhg, 22 mai 2010, Actualités,

Emile Bravo confessait dans un récent n° de Spirou s’être librement inspiré de l’insubmersible abbé Cottard pour camper son personnage d’abbé déjanté dans la question du père (une épatante aventure de Jules) dont l’hebdomadaire achève la publication cette semaine. Le 22 juillet 1998, quatre scouts marins et un plaisancier venu à leur secours périssaient noyés au large de Perros-Guirec (Côtes-d’Armor).

Parti mercredi de Port-Béni, (sic !) sans aucun encadrement, pour rejoindre Perros-Guirec, un bateau à voile de type “Caravelle” (longueur 4,50 m) transportait sept adolescents, alors qu’il était homologué pour six passagers. Aucun moniteur ne les accompagnait (c’est la différence entre la réalité et la fiction) et aucun d’entre eux n’était titulaire d’un diplôme de voile pour une telle sortie en mer. Quatre d’entre eux ont péri noyés : Damien Lasnet-Delanty, 13 ans, Antoine Buchet, 13 ans, Antoine Gérard, 13 ans, et Jean-Baptiste Pruvost, 16 ans. L’un des plaisanciers du voilier venu les secourir, Guillaume Castanet, 31 ans, a également péri ans le drame.Deux jours avant, les enfants avaient déjà été secourus en mer. La France découvre alors les sympathiques méthodes militaires de l’Abbé intégriste pour former la jeunesse.

Dans une logique toute sectaire, la plupart des parents des victimes prirent résolument le parti de l’abbé :
L’abbé Cottard représente Jésus-Christ sur terre. ” avait déclaré Dominique Buchet, dont le fils Antoine, 13 ans, a péri dans l’accident. Ce lieutenant-colonel d’active a estimé que les ” enfants étaient morts héroïquement Il ajoute : ” Ils ont vécu ces heures épouvantables en héros, sans jamais penser à eux-mêmes mais en pensant toujours à sauver leur voisin. Ils priaient, ils chantaient, ils se réchauffaient les uns les autres. (…) C’est eux qui réclament l’abbé Cottard, ils ont besoin de lui “

Responsable du camp de vacances, l’abbé traditionaliste Jean-Yves Cottard, 52 ans, fut condamné à 4 ans de prison. Il coule aujourd’hui une retraite heureuse. terminons sur une citation du digne abbé:
“J’ai eu un jour, une réflexion charmante d’une personne qui me confiait son fils. Nous partions en camp de scouts marins, et, bien sûr, nous allions faire du bateau. Or elle s’inquiétait et elle me dit : ” Faites attention, je n’ai qu’un ! ” (…) Je leur dis : ne vous inquiétez pas, j’ai deux contrats d’assurance extraordinaires que je vous propose de souscrire : le premier, c’est Saint-Joseph Assistance, le second, c’est Ange gardien 24h/24. (…) Chaque fois que nous avons un problème, je dis aux enfants : nous allons demander à saint Joseph, et le problème se résout immédiatement “


L’abbé Cottard et la justice des hommes



COTTARD: APRÈS LA PRISON LE SACERDOCE DANS LA SSPX

Archives

QU'EST-IL DEVENU ?

L'abbé Cottard est redevenu simple prêtre

 31.10.2008 RAPPEL DES FAITS. Le 22 juillet 1998, quatre jeunes scouts et un plaisancier périssent au large de Perros-Guirec (Côtes-d'Armor), dans le naufrage de leur bateau-école. Le 6 décembre 1999, l'abbé Jean-Yves Cottard, qui les encadrait, est condamné à quatre ans de prison, dont dix-huit mois ferme. DIX ANS après le drame, il n'est pas de bon ton de prendre des nouvelles de l'abbé Cottard auprès de la Fraternité sacerdotale Saint-Pie-X (FSSPX), mouvement catholique traditionaliste auquel il appartient toujours. « L'abbé Cottard ne souhaite pas que l'on parle de lui, et nous pensons qu'il ne faut plus faire de publicité autour de l'affaire », avance le chargé de communication de la FSSPX. C'est un fait, Jean-Yves Cottard, 62 ans, ne fait plus guère parler de lui. Sorti de prison en 2003, il oeuvre depuis comme « simple prêtre » au sein du prieuré Saint-Martin, à Saint-Avertin (Indre-et-Loire). Depuis l'affaire, l'abbé n'exerce plus aucune responsabilité, n'encadre plus de jeunes, ainsi que la justice le lui a ordonné. « Il ne parle jamais de l'affaire, raconte un proche. C'est un homme meurtri, et tout cela le hante encore. Il lui reste seulement l'espérance du chrétien. Paradoxalement, ce ne sont pas ses confrères prêtres qui l'ont le plus soutenu, mais bel et bien les familles des victimes. »


COTTARD: LE PROCÈS

20/10/1999 à 01h16

Cottard trop divin pour être humain. L'abbé n'a pas hésité à mettre en cause les enfants dans leur mortelle équipée.


SANTUCCI Françoise-Marie


Guingamp (Côtes-d'Armor), envoyée spéciale.

Sous le soleil qui filtrait, hier matin, dans la salle d'audience du tribunal de Guingamp (Côtes- d'Armor), Jean-Yves Cottard a fait montre d'une certaine décence, à défaut de remords. Un peu voûté, l'ecclésiastique mouille sa voix de repentir. «Je n'ai pas suffisamment pris conscience de mon incompétence, j'ai commis une erreur d'appréciation.» Ces mots, que tout le monde attendait depuis le début du procès lundi matin, l'abbé les a lâchés faute de mieux, acculé par l'insistance de la présidente Maryvonne Lecuyer. Il est jugé pour «homicides et blessures involontaires avec manquement délibéré aux obligations de sécurité et de prudence».

La veille au soir, il s'était essayé à la gratitude. L'audience touchait aux moments tragiques, ceux du 22 juillet 1998 où quatre scouts et un plaisancier trouvèrent la mort après une virée en mer ordonnée par l'abbé. Les deux plaisanciers de l'Alphin, le voilier qui porta secours aux scouts en perdition, finissaient leur déposition. Cottard se lève et dit: «Quoi qu'il en soit, merci.» Le skipper Yves Bécognée lui répond sèchement: «Je dois indiquer au tribunal que ni Corneloup [le troisième équipier à bord de l'Alphin, ndlr], ni Sigogneau [la mère de Guillaume Castanet, le jeune homme qui mourut dans le sauvetage, ndlr], ni moi-même n'avons reçu aucune lettre d'un parent d'enfant mort ou rescapé. Je vous remercie de vos remerciements, je ne peux que constater qu'ils sont un peu tardifs.» Malgré ces deux jours d'audience calamiteux pour elle, la maison intégriste tient bon dans l'adversité. A défaut de reporter les fautes sur l'encadrement du camp scout, pourquoi ne pas charger les enfants eux-mêmes? Cottard lance: «S'ils sont partis ce matin-là, c'est parce qu'ils en avaient envie.» Son avocat renchérit: le drame ne résulterait-il pas d'une erreur de navigation imputable aux scouts? L'un d'entre eux justement, le rescapé Grégoire A. au visage crayeux, ne se risque pas à écorner la version divine. Le drame, selon lui? «Une vague et un coup de vent.» Et quand Yves Bécognée, rappelé pour une confrontation avec Grégoire A., entre à nouveau dans la salle d'audience, il embrasse avec émotion le «petit scout». Celui-ci se raidit instinctivement, corseté, comme ses proches, dans une foi qui lui fait oublier la moindre humanité. Cheveux ras. Pas une fois les regards des proches de Cottard ne se tournent vers Dominique Sigogneau, la mère de Guillaume Castanet, cachée derrière de grosses lunettes de soleil. Chez les hommes en soutane et les familles des scouts, on porte le cheveu ras et le menton fier, on lit la Bible pour conjurer la réalité humaine. Ainsi la maman d'un enfant décédé, malgré la succession d'erreurs pointées depuis lundi, malgré les faux-fuyants de Jean-Yves Cottard, le décharge-t-elle encore. «Nous avons eu le malheur de perdre un enfant, l'abbé en pleure quatre.» Seul Dominique Lasnet de Lanty, un grand barbu aux yeux tristes, semble parfois abattu. Il a perdu un enfant cette nuit-là ­ sa femme s'était constituée partie civile, elle a préféré ne pas venir. Trop de pression dans ce milieu intégriste? Jamais l'audience ne se hasarda sur ce terrain glissant: pourquoi de tels camps, quasi militaires, existent-ils? Pourquoi tant de cruauté envers ces enfants, pour soi-disant en faire des hommes? Et quels hommes? Mais il ne s'agissait pas d'instruire le procès de l'intégrisme, ses affidés eussent été trop heureux d'y voir un complot, et cela risquait d'exonérer un abbé plus que jamais responsable de tout. Responsable et coupable? Sûrement, selon le procureur Michel Belin qui, au terme d'un réquisitoire d'une heure et quart, lance à Cottard: «Puissent ces cris d'enfants et ces noms de victimes hanter à tout jamais vos nuits.» Selon lui, «les scouts furent envoyés à la mort. Rien, dans ce qui est arrivé, ne relève du destin». Et d'accuser l'abbé d'être l'instigateur d'une «doctrine» réservée à «un groupuscule d'individus enfermés dans leurs certitudes et coupés du reste du monde», où «la prise de risques était érigée en méthode éducative». «Gourou d'une secte». Michel Belin a requis cinq ans de prison dont deux ferme pour Jean-Yves Cottard (avec affichage du jugement dans les locaux de l'organisation scoute), assortis de l'interdiction, à tout jamais, d'encadrer des jeunes. Un peu plus tôt, l'avocat de Dominique Sigogneau avait désigné l'abbé comme le «gourou d'une secte», qui «obligeait les gamins à dire des choses extravagantes pour ne pas lui nuire». Evoquant la mort de Guillaume Castanet et la douleur de sa mère, qui «parvient à respirer mais ne vit plus», Me Yann Gasnier a demandé en son nom 300000 F de dommages et intérêts. Jugement le 6 décembre.


LÁBBÉ COTTTARD DÉCLINE LA RESPONSABILITÉ


Société 19/10/1999

L'abbé Cottard charge son prochain. L'accusé répète qu'«il n'est pas responsable» du raid tragique des scouts.

SANTUCCI Françoise-Marie


Guingamp, envoyée spéciale.

Une belle prestance et beaucoup d'incohérences. Hier, au tribunal de Guingamp (Côtes-d'Armor), l'abbé Jean-Yves Cottard, 52 ans, n'a en rien varié sa ligne de défense, la sienne depuis le drame qui coûta la vie, le 22 juillet 1998 au large de Perros-Guirec, à quatre scouts marins et un plaisancier. En substance: «Je ne savais pas, je ne suis pas responsable», et les familles des scouts morts comme les ecclésiastiques réunis dans la salle d'audience communient avec lui, attachés à ce guide spirituel d'un autre âge, cet homme habillé d'une soutane et de maigres mots qui ne sait plus rien, ou alors si peu. Accusé d'«homicides et blessures involontaires par manquements délibérés à des obligations de sécurité et de prudence», Jean-Yves Cottard, qui risque cinq ans de prison, n'a cessé de louvoyer.

Pas de diplômes. Personne, dans ce camp de scouts marins, n'avait les diplômes nécessaires à l'encadrement d'une activité nautique. Tous s'en remettaient à l'abbé, qui lui-même s'en remettait aux autres. «Mais vous faisiez quoi exactement?» finit par lancer le procureur Michel Belin à un abbé qui perd de sa superbe au fil des heures. Pas grand-chose. Superviser. Et la sécurité, les compétences? Qui décidait quoi dans ce camp de Trédez-Locquemeau? L'abbé se défausse sur son adjoint, Jean-François Pepe, dont le témoignage fut, involontairement, le point d'orgue d'une journée de dupes.

Un air de Tintin à lunettes, mais sans aucune malice, Pepe lâche n'y rien connaître en voile. La présidente Maryvonne Lecuyer, pugnace, le reprend: «Depuis ce matin, je cherche désespérément à savoir qui était le responsable de ce camp.» Le nez dans ses chaussettes, Pepe bafoue: «Je faisais confiance à l'abbé.» Un abbé qui, malgré ses fanfaronnades juste après le drame (il affirmait être un ancien officier de marine, être rompu à la navigation), n'a plus d'autre alternative: avouer son incompétence. Le mauvais état des bateaux? «Je ne savais pas.» Les tests de natation? «Je n'ai pas vérifié.» Les enfants en surnombre sur les caravelles? «Je n'ai pas fait attention.» Assis juste en face des trois magistrats, Jean-Yves Cottard, aussi droit qu'un prie-dieu en début d'audience, s'affaisse peu à peu.

Sa voix se fait plus sourde, plus nasillarde. Pourtant, en vingt-cinq ans de prêtrise, cet homme a su en forger, des caractères. Responsable du prieuré Saint-Jean à Mantes-la-Jolie (Yvelines), l'abbé dirigeait parallèlement un mouvement de jeunes garçons, Marine Education Jeunesse, affilié à l'Association française des scouts et guides catholiques, qui n'est reconnue ni par les instances du scoutisme, ni par le ministère de la Jeunesse et des Sports. Malgré ses fréquentes références à Baden-Powell (le fondateur du scoutisme), l'ambition de Cottard se voulait plus martiale. Il s'agissait de «prévenir la délinquance juvénile et la toxicomanie par les activités de mer; de préserver ces jeunes garçons des dépressions et autres prédispositions à la déchéance ou à la destruction de soi». Quitte à user de méthodes radicales. Ainsi, un témoin raconte la fatigue sur les visages de ces gamins, quand ils furent obligés de camper sur un mauvais sol de galets, le premier soir du raid, l'ordre venait de Cottard, mais évidemment, il ne s'en souvient plus très bien.

Lecture de la bible. Au théâtre de Guingamp où est retransmis le procès, les proches de l'abbé, s'ils sont là, se font discrets. Pas comme dans la salle d'audience, où quelques prêtres en soutane lisent silencieusement la bible (en latin), quand les familles des victimes, toujours aussi soudées derrière Jean-Yves Cottard, ricanent à l'exposé de la vie dans le camp. Une semaine avant le drame, un simulacre d'accident d'avion occupe la trentaine de garçons. Le but: savoir qui sont les traîtres à l'origine du crash ­ on apprend que tous l'étaient, à la fin de ce petit jeu qui dura trois jours. Autre anecdote: un témoin croise, mi-juillet 1998, quatre des scouts en maraude dans la campagne. Sans un sou, sans nourriture: «Juste une botte de carottes pour tenir pendant les deux jours de ce raid terrestre.» Et Cottard? La seule chose qui le chiffonne, c'est l'emploi de ce mot: raid. «Ça fait trop militaire.» Ce même fatal été, un second témoin trouve sur sa route un petit scout. Seul, il doit parcourir une cinquantaine de kilomètres. Il crève de faim. Quatre de ses condisciples le rejoignent: à cinq, ils n'ont pour toute nourriture qu'une boîte de raviolis et une pastèque. Et toujours pas d'argent. L'abbé bafouille ­ que peut-il encore dire?

Le procès doit se poursuivre jusqu'à ce soir.


SSPX DEFECTIONS

Click here to know more...

ABBÉ COTTARD: LE DRAME

Lisez...

LA FAUTE DE L'ABBÉ COTTARD

Profil

Prêtre traditionaliste responsable d'un camp de scouts marins où cinq personnes ont trouvé la mort, il comparaît les 18 et 19 octobre à Guingamp

Le 22 juillet 1998, quatre scouts marins et un plaisancier venu à leur secours périssaient noyés au large de Perros-Guirec (Côtes-d'Armor). Responsable du camp de vacances, l'abbé traditionaliste Jean-Yves Cottard, 52 ans, va comparaître, les 18 et 19 octobre, devant le tribunal correctionnel de Guingamp pour «homicides et blessures involontaires». Les poursuites pour «non-assistance à personnes en danger» ayant été abandonnées à l'issue de l'instruction, il risque une peine maximale de cinq ans de prison. En jugeant cet homme au visage clos, le tribunal devrait également faire le procès d'une idéologie aveugle, nourrie de valeurs dévoyées telles que la discipline et le dépassement de soi. Car il est acquis, aujourd'hui, qu'au camp de Trédrez-Locquemeau, sous couvert de religion, les 32 scouts du mouvement Marine, éducation, jeunesse de Mantes-la-Jolie étaient devenus les otages d'un système paramilitaire.

Rares sont les témoignages qui ont percé le mur du silence édifié autour de l'abbé Cottard par les milieux intégristes. Deux femmes se sont portées partie civile dans cette affaire. Deux mamans. Celle d'un jeune scout disparu dans le naufrage et celle du plaisancier qui a péri lors de la tentative de sauvetage. C'est peu, par rapport à l'effrayante accumulation d'imprudences recensées dans un rapport d'enquête interministériel mené parallèlement à l'instruction. Six experts des ministères de l'Equipement et des Transports et de la Jeunesse et des Sports ont passé au crible les conditions du chavirement de l'Espadon, le dériveur à bord duquel 7 scouts avaient embarqué alors qu'il est conçu pour 6 personnes. «Coque défectueuse», «Absence de plaque signalétique», «Encadrement non qualifié», «Mauvaise prise en compte des bulletins d'alerte météo»: le rapport égrène les négligences meurtrières et souligne l'incompréhensible délai de sept heures nécessaire aux responsables du camp pour prévenir les secours.

On sait déjà que le témoignage de l'inspecteur général des affaires maritimes qui a dirigé la commission d'enquête sera décisif lors du procès de l'abbé Cottard. Reste une question: face à ces accusations, une lueur de remords traversera-t-elle le masque impassible de l'homme de Dieu?

Par Haget Henri, publié le 14/10/1999


LE PROCÈS DE L'ABBÉ JEAN YVES COTTARD SSPX



L’abbé Cottard condamné à 4 ans de prison

Le tribunal correctionnel de Guingamp a considéré qu’il avait “enfreint délibérément les règles de sécurité et de prudence imposées par la réglementation” lors de la sortie en mer de juillet 1998 qui avait provoqué la mort de cinq personnes.

Jugé le 18 octobre dernier pour “homicides et blessures involontaires par manquement délibéré aux obligations de sécurité et de prudence”, l’abbé Jean-Yves Cottard n’était pas au tribunal correctionnel de Guingamp, lundi dernier, pour entendre le jugement prononcé à son encontre. A l’audience, le procureur avait requis cinq ans de prison, dont deux fermes, et le tribunal a finalement prononcé une peine de quatre ans de prison, dont 18 mois fermes. L’abbé Cottard, prêtre intégriste de la Fraternité Saint-Pie X, s’est également vu notifier “l’interdiction définitive d’exercer toute fonction d’encadrement en matière d’activités physiques, sportives ou de loisirs”.

Dans ses attendus, le tribunal a considéré que l’abbé “a enfreint délibérement les règles de sécurité et de prudence imposées par la réglementation en ayant conscience de la dangerosité de son comportement à l’égard de l’équipage et (...) cette violation délibérée a été à l’origine de la mort des quatre adolescents”. Le drame de Perros-Guirec avait fait cinq morts le 23 juillet 1998 : quatre scouts, dont deux mantevillois, ainsi qu’un plaisancier parisien venu à leur secours.

L’abbé avait reconnu son incompétence

En octobre, devant le tribunal correctionnel, l’ancien abbé du Prieuré Saint-Jean, situé rue des Abattoirs à Mantes-la-Jolie, avait dû s’expliquer sur l’absence d’encadrement compétent, de repérage du circuit, de bateau d’assistance, sur la surcharge du dériveur, prévu pour six, et sur l’alerte tardive des secours lors du camp scout qu’il encadrait en juillet 1998. A bord d’un petit voilier de six places, sept jeunes avaient dû affronter un vent de force 6 à 7 et une mer houleuse au large de Perros-Guirec. Leur embarcation avait chaviré vers 13 heures et ils n’avaient été secourus que vers minuit.

Le drame avait fait cinq victimes : Antoine Buchet et Antoine Gérard, deux jeunes scouts mantevillois de 13 ans, Damien Lasnet de Lanty et Jean-Baptiste Pruvost, deux autres scouts de la région parisienne, et Guillaume Castanet, le plaisancier de 32 ans qui était tombé pendant le sauvetage. Parmi les trois rescapés, il y avait Benoît d’André, le fils du conseiller régional et conseiller municipal FN de Mantes. Le camp des scouts était encadré par l’association mantaise des Amis des scouts et guides catholiques, dont l’abbé Jean-Yves Cottard était le responsable.

A l’audience, l’avocat du prêtre avait indiqué que ce dernier “a été touché par la mort de ces quatre garçons, mais il est d’une grande pudeur. C’est aussi un homme de Dieu, il a une approche surnaturelle des choses”. L’abbé avait ensuite reconnu devant le tribunal son “incompétence” dans le domaine des activités nautiques. C’est cette incompétence qu’a sanctionnée le tribunal.

“Le tribunal a sanctionné un abus d’autorité”

Pour l’avocat de la mère du plaisancier noyé en portant secours aux scouts accrochés à la coque de leur bateau retourné, “c’est un abus d’autorité que le tribunal a sanctionné comme il le fallait. Le verdict se justifie compte tenu de la personnalité de l’abbé Cottard, qui a fui ses responsabilités tout en prônant le mode d’éducation autoritaire et prétendument “responsable” des membres de l’association française des scouts et guides catholiques”.

Cette association, proche du mouvement intégriste de Mgr Lefebvre, a été jugée “civilement responsable de M. Cottard Jean-Yves”. Comme lui, elle a été condamnée solidairement à verser 150 000 F à Mme Jocelyne Lasnet de Lanty, la mère de Damien, et 80 000 F à chacun de ses quatre frères et sœurs. Ils devront également verser 150 000 F à Mme Dominique Sigogneau, la mère du plaisancier Guillaume Castanet, et 50 000 F à deux autres membres de sa famille.

“Toute peine de prison ferme me paraît totalement inadaptée” a estimé Me Jean-Pierre Morin, avocat du prêtre. “Une peine doit correspondre à une utilité sociale, et je vois mal l’utilité d’emprisonner un homme comme l’abbé Cottard”. L’avocat devait se concerter avec son client pour savoir s’il allait faire appel de ce jugement.

Le Courrier de Mantes



Ecône, le 2 avril 1971

Mgr Marcel Lefebvre entourés par les abbés Bernard Waltz, Peter Morgan, Paul Aulagnier, Pierre Epiney, Jacques Masson et Jean-Yves Cottard

PADRE CRUZ


Padre Cruz nasceu há 150 anos

O Padre Francisco Rodrigues da Cruz, o mais famoso sacerdote oriundo do território daquela que é hoje a diocese de Setúbal, nasceu em Alcochete, a 29 de Julho de 1859 e morreu em Lisboa a 1 de Outubro de 1948.
Esta Vila já notável, entre outros motivos, por ter sido o berço de D. Manuel I, o Venturoso, e do Beato Manuel Rodrigues, um dos 40 mártires do Brasil, viu crescer a sua importância, por aqui ter nascido, aquele que já em vida era conhecido pelo Santo Padre Cruz, que esperamos, um dia, venerar nos altares. Em 2009, celebra-se os 150 anos do seu nascimento.

Um santo é um semeador de ideal que espalha o bem e prepara colheitas para o céu. Alcochete orgulha-se de ter sido o berço daquele que seria outro S. João Maria Vianney, o Santo Cura d'Ars, que faleceu uma semana depois de nascer o Santo Padre Cruz. Em pleno ano sacerdotal, esta coincidência parece dizer-nos que Deus não queria apagar uma luz sem nos deixar outra acesa.

Santo foi o nome que lhe puseram já aos 35 anos de idade e a fama de santidade foi sempre em aumento, até ao seu falecimento. Bispos, sacerdotes, pessoas de todas as categorias sociais o tinham por santo e como tal o veneravam. E esta fama cresceu a tal ponto que, depois da morte, o seu jazigo, no cemitério de Benfica, é visitado diariamente, por muitos fiéis, que lá vão cumprir promessas, pedir e agradecer graças, alcançadas de Deus, por sua intercessão.

Ordenado a 3 de Julho de 1882, desempenhou funções de director no Colégio dos órfãos e director espiritual no Seminário de S. Vicente de Fora. Praticou heroicamente o que inculcava aos sacerdotes: «Confessar enquanto se apresentarem pecados, pregar enquanto houver ouvintes, e rezar até já não se poder mais».

A sua figura inconfundível foi para o povo português católico, naquele tempo, uma âncora salvadora: levemente corcovado, um sorriso de inocência sempre no seu rosto fatigado, um ar de recolhimento habitual, perdido em Deus, na intimidade divina que o atraía a desprender-se dos bens terrenos, para os dar generosamente aos mais necessitados que encontrava.

Mesmo nos tempos mais revoltosos e intolerantes, o Padre Cruz trajava sempre batina e roupão eclesiástico, e na cabeça, um largo chapéu, já gasto pelo uso. Assim o conheceu Portugal, assim se recordam dele, hoje, muitos que o conheceram. A presença do Padre Cruz em missões e tríduos pelas aldeias e vilas do país; o encontro do Padre Cruz nos comboios, nas ruas de Lisboa, nas Igrejas, nas cadeias, nos hospitais, sempre aliviando penas, confortando misérias, dando coragem aos timoratos e oferecendo certezas duma renovação cristã aos desalentados, era um «espectáculo» a que Portugal se habituara.

O Padre Cruz foi o Apóstolo que Deus deu a Portugal naqueles tempos agitados. Apóstolo da Caridade lhe chamaram, e a placa da Avenida do Padre Cruz em Lisboa, a todos o lembra. Todo o apóstolo compreende a sensibilidade dos homens do seu tempo. Enquanto viveu, este sacerdote compreendeu os seus contemporâneos, e esta compreensão deu-lhe um acesso relativamente fácil aos corações sedentos de verdade, de ideal, de transcendência.

O seu programa de apostolado traçou-o, em 1925, numa carta escrita ao Cardeal Patriarca de Lisboa, na altura, D. António Mendes Belo: "Há muitos anos que eu me sinto atraído, talvez por especial vocação da misericórdia de Deus Nosso Senhor, para ajudar espiritualmente os presos da cadeia, os doentes dos hospitais, os pobrezinhos e abandonados, a tantos pecadores e almas desamparadas que Nosso Senhor me envia ou põe no meu caminho. Tenho também grande consolação em ajudar os Párocos nos exercícios de piedade e mais encargos do seu ministério, indo por toda a parte levar, na medida das minhas forças, os socorros da religião a muitas pessoas a quem não é fácil chegarem por outra via. Ora tudo isto tenho sido, isto queria continuar a ser, por me parecer que é mais de honra de Deus".

Em 1940 cumpriu um desejo antigo e fez-se jesuíta aos 80 anos. Apesar da idade, a sua velhice não é ainda a "ruína" doutros anciãos. No seu corpo decrépito arde a chama imortal da vida divina. É já uma "sombra velhinha": mas a essa sombra descansam novos, mais fatigados e envelhecidos de alma do que ele.

Faleceu no primeiro dia de Outubro de 1948. A notícia foi divulgada pela Emissora Nacional, no noticiário das 13 horas. Quando os jornais da tarde saíram, já meia Lisboa e meio Portugal sabiam que tinha morrido o Pe. Cruz.

Três anos depois, em 1951, o processo de beatificação iniciou-se em Lisboa e entregue à Santa Sé em 1965. Com a Igreja a viver um Ano sacerdotal, será que o nosso país receberá a notícia de mais um beato?


A CONGREGAÇÃO DOS PADRES DOS SAGRADOS CORAÇÕES EM PORTUGAL

Leia aqui...

CENTENÁRIO DO NASCIMENTO DO PADRE GREGÓRIO VERDONK SSJJ

Há pessoas que são luzeiros, na vida dos homens. Foi assim o Senhor Padre Gregório Verdonk. Celebra-se agora o centenário do seu nascimento, e os seus confrades e amigos querem lembrá-lo, num gesto de gratidão, pelo testemunho que deixou.

Nasceu, na Holanda, a 10 de Fevereiro de 1904, e veio para Portugal, em Janeiro de 1938. Viveu no Seminário dos Olivais e, depois, na Penha de França, em Lisboa, onde veio a morrer, aureolado pelo perfume da santidade, a 10 de Janeiro de 1980. Como membro da Congregação dos Sagrados Corações, pertenceu à primeira equipa de missionários, da mesma Congregação, que pregaram, de 1958 a 1965, no Patriarcado, as Missões Paroquiais. Essas Missões, faziam parte do plano do levantamento espiritual que D. Manuel Gonçalves Cerejeira quis fazer na sua Diocese, muito destruída pela Revolução de 1910. De cinco em cinco anos, os missionários voltavam às mesmas paróquias e faziam Baptismos, Casamentos e preparavam para a 1.ª Comunhão e para o Crisma muitos jovens e adultos. Nos apontamentos do Senhor Padre Gregório, foram registados, a seu cargo, mais de 10 000 Baptismo, 1 000 Casamentos regularizados, milhares de Crismas e uma lista enfinda de Confissões. De facto, onde ele estava, eram muito grandes as filas, junto do Confissionário. As pessoas levantavam-se, libertas e felizes, porque ele próprio lhes tinhas relatado os pecados! As crianças e os jovens encontraram nele um grande amigo. Com um sorriso iluminado, cativava todos os que dele se abeiravam. Em Moscavide, fundou e dirigiu o Grupo de Escuteiros. Eram célebres os acampamentos, na zona do Oeste, onde ele tinha muitos amigos. Os mantimentos nunca faltavam. Junto das lagoas ou das praias, onde eles tomavam banho, via-se o Senhor Padre Gregório fardado e, na mão direita o Terço e, na esquerda, uma corda. Nas algibeiras fundas do seu hábito de religioso, havia sempre esmolas para todos os que a ele recorriam. Conta-se que, na Holanda, chegara uma tarde a casa, sem sapatos. É que tinha encontrado um homem que necessitava deles.

É esse seu coração que o fez criar uma Obra para crianças pobres que tem o seu nome: OBRA DO PADRE GREGÓRIO. Vive da generosidade dos seus amigos, cujo número aumenta sempre. Os seus confrades e amigos, reúnem-se, na Igreja da Penha de França, no dia 10 de Fevereiro, às 19h00, numa Eucaristia comemorativa do Centenário do seu nascimento. Os Benfeitores da OBRA DO PADRE GREGÓRIO, vão concentrar-se em Sintra, em Chão de Meninos, no sábado, dia 14, numa celebração, seguida de lanche, às 15h30.

As datas que assinalam a vida do Padre Gregório são: 10-02-1904: Nascimento na Holanda 25-09-1925: Profissão Religiosa 25-07-1930: Ordenação Sacerdotal 30-01-1939: Chegada a Portugal 21-03-1962: Naturalização em Portugal 10-01-1980: Falecimento em Lisboa Quando lembramos os santos, contemplamos os heróis da virtude e os irmãos da caminhada, por onde Deus nos chama. Servem-nos de apoio, são um exemplo e um farol. O Padre Gregório tornou-se sempre muito próximo daqueles que o procuravam e é alguém, com quem podemos contar, quando buscamos Deus e desejamos amar os irmãos.


A OBRA DO PADRE GREGÓRIO VERDONK

Lar de Crianças e Jovens Obra do Padre Gregório

A Obra Padre Gregório é uma I.P.S.S., com os seus Estatutos publicados no Diário da República nº 241-III Série, de 20 de Outubro de 1981, que nasceu fruto do coração generoso e afável do Revdmo. Senhor Padre Gregório Verdonk, Missionário Holandês da Congregação dos Sagrados Corações. Condoído com as situações extremas de abandono e miséria moral e material, com que era quase diariamente confrontado, sentiu-se impelido a recolher e proteger as crianças vítimas principais e mais indefesas de todas as tragédias familiares e sociais. Assim começou a sua Obra, particularmente vocacionada para as crianças e jovens do sexo feminino.

Actualmente acolhe 29 crianças e jovens que vivem em regime de internato, em Chão de Meninos – Sintra, com idades compreendidas entre os 3 e os 18 anos, num ambiente o mais familiar possível.



PADRE GREGÓRIO VERDONK



O Padre Gregório nasceu em 10 de Janeiro de 1904 (é curioso, pois ele comemorava o seu aniversário natalício em 10 de Fevereiro) e faleceu em 10 de Janeiro de 1980

O Padre Gregório era holandês e chegou a Portugal aí por volta de 1939, pouco após o início da 2ª guerra mundial. Chegado a Portugal como disse, juntamente com outros padres da sua Ordem - a Congregação dos Sagrados Corações , ou “Padres Brancos”, como lhe chamavam por ser essa a cor das suas vestes, instalou-se no Seminário dos Olivais, onde por essa altura, quase todos os professores eram estrangeiros.

Mas o Padre Gregório não veio como professor. Ele era uma espécie de missionário que ia pelas terras sem pároco pregando e espalhando a fé que professava - o que fazia com grande empenho e óptimos resultados. Ao que me consta o seu anterior trabalho de missionário teria sido na Alemanha com as crianças judias, mas acabara por ser expulso pelo regime nazi. Era uma pessoa extremamente bondosa e com clara vocação para lidar com rapazes - motivo porque fundou um grupo de escuteiros ao qual se dedicava com grande entusiasmo nos intervalos das suas pregações. Aliás, as pregações só começaram mais tarde, depois de aprender a língua portuguesa.

Aqui fica a minha a minha mais sentida homenagem ao grande homem
que para mim era um anjo na terra e de quem sou devota, e que tive a graça de conhecer
que para mim é neste momento um guia espiritual de grande valor
enfim um SANTO.


Publicada por Princesa em Quarta-feira, Maio 07, 2008 7 comentários:
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Anónimo disse...
GOSTAVA DE SABER DE MAIS PESSOAS QUE CONTACTARAM COM O BONDOSO PADRE GREGORIO E QUE POSSAM ENRIQUECER A HISTORIA DESTE HOMEM QUE TODOS MERECEM CONHECER. FALE-ME DELE, CONTE-ME EPISÓDIOS CURIOSOS. O MEU OBJECTIVO É FAZER UM LIVRO SOBRE ESTE VERDADEIRO SANTO.

CONTACTE-ME PARA papi67@live.com.pt
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

4 de Maio de 2009 23:50

Princesa disse...
Amigo anónimo
Tenho realmente factos a contar sobre este grande e bondoso homem
mas não consigo entrar no endereço que me deixou
me deixe outro endereço e terei o prazer e a honra de relatar o que sei deste grande homem eu privei com ele por algumas vezes
não sei muito mas o que sei junto com outras pessoas pode dar muito
um abraço
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

5 de Maio de 2009 00:01

rauluis14 disse...
CONHECI MUITO BEM O PADRE GREGORIO
FUI ESCUTEIRO NO GRUPO 146 EM MOSCAVIDE, GRUPO QUE ELE ERA O CHEFE E FUNDADOR.
POSSUIO ALGUMAS CARTAS QUE ELE ME ESCREVEU E QUE GUARDO RELIGIOSAMENTE.
PODE CONTACTAR
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------
11 de Junho de 2009 00:51

Anónimo disse...
Boa tarde. Através de uma amiga visitei um padre que ela me disse ser o seguidor do Padre Gregório Verdonk que recebe as pessoas pessoalmente na capela da NªSra Fátima das Galinheiras, Lumiar. Gostaria de saber se alguém já foi visitar este padre e gostaria de saber mais acerca da vida e obra do Padre Gregório. O meu e-mail é anasofia_lopes@netcabo.pt. Obrigada e bem hajam
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

30 de Julho de 2009 15:15

Anónimo disse...
Sou amiga de uma aluna do Sr. Padre Gregório que foi aluna dele no colégio de S. José no Ramalhão e, que privou com o Sr. Padre muitos anos, frequentava sua casa como familia. Ela neste momento e eu que conheço as obras dele apelo a uma corrente de oração e força porque esta minha amiga tem o seu filho muito doente no hospital dos Capuchos, e vamos todos rezar por ele (António Pedro Cadete Melancia) que também foi baptizado por ele, para que ele melhor. Uma mãe desesperada com toda a minha força apelo mais uma vez que todas as pessoas que conheceram este Sr. e que conhecem as obras dele que façamos mentalmente uma grande corrente de oração pelas rápidas melhoras do António Pedro, sim porque para mim o padre gregório era um santo, que jamais será esquecido no tempo. Muito obrigada.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

17 de Setembro de 2010 23:14

Anónimo disse...
Há bocado apelei a todas as pessoas para que conheceram o padre grgório e as suas obras que fizesse-mos uma corrente de oração pelas melhoras do António Pedro que se encontra hospitalizado no hospital dos Capuchos, é filho de uma amiga minha que foi aluna dele no colégio de s. josé no ramalhão e que está desesperada, privou com ele muitos anos e era amigo da familia. Tambem baptizou o António Pedro, vamos todos rezar pelas suas melhoras e nunca poderemos esquecer este homem que foi um santo e jamais poderá ser esquecido.
Por favor atendam o meu apelo e desta humilde mãe. O meu muito obrigado.Agradecia que me contactassem o meu e-mail é laurinda.ami@gmail.com. Bem hajam
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

18 de Setembro de 2010 00:00

Anónimo disse...
Eu não conheci o padre Gregório , mas vivi muitos anos na instituição em que ele mandou construir a instituição é em Sintra em frente à casa do preto que se chama Obra Padre Gregório

1 de Novembro de 2010 11:13