Monday, 15 November 2010

JUAN PABLO II: LOS ATAQUES Y LAS MENAZAS

Sábado 2 de Abril de 2005

El momento más crítico de Juan Pablo II:
El atentado, entre el misterio y el milagro

No está claro por qué Ali Agca le disparó al Papa y si recibió ayuda en el hecho previsto en el tercer secreto de Fátima.

Cerca de las cinco de la tarde del 13 de mayo de 1981, el joven turco de 22 años Mehmet Ali Agca renuncia a dispararle al Papa cuando pasa frente a él, de espalda y en un automóvil descubierto. Mientras Agca se aleja de la multitud, oye que la gente vuelve a vitorear "¡Papa!,¡Papa!,¡Papa!". El Pontífice retorna en una segunda vuelta a la Plaza de San Pedro, en Roma. "Estaba decidido a ir a la estación para volver a Zurich... y vivir en paz. Pero en aquel momento sucedió un milagro, improvisadamente volví atrás y le disparé", describió el turco en el libro de 1996 "Mehmet Alí Agca. Mi verdad", de la periodista Anna Maria Turi.

Dos disparos. Uno penetra un brazo del Pontífice, el otro atraviesa su tórax, hiriéndolo gravemente. Son las 17:19 horas, y la alegría desaparece de los rostros congregados en torno al obispo vestido de blanco. "No pienso en huir. Deben lincharme. No, debo suicidarme. Rápidamente apunto la pistola a mi corazón, aprieto el gatillo pero no funciona. Tiro la pistola. Alguien me sujeta...grito a un policía '¡Mátame! ¡Mátame!'. No me dispara...La Providencia ha ahorrado la vida tanto al Papa como a mí...Satanás ha fracasado en el Vaticano, fracasado misteriosamente".

Karol Wojtyla siente miedo y mucho dolor, pero también "un extraño sentimiento de confianza" de que iba a vivir, de acuerdo a su último libro, "Memoria e identidad". Antes de llegar al hospital Gemelli, donde estará dos meses y medio hospitalizado, el Papa le dice a su secretario personal, Stanislaw Dziwisz, "perdono al asesino".

Desde esa jornada hasta ahora la magistratura de Roma ha abierto tres investigaciones y dos juicios, pero 24 años después aún no está claro por qué Agca le disparó al Papa y si contó con la ayuda de alguien.

Una teoría dice que el atentado fue producto de una conspiración entre los servicios secretos búlgaros, la mafia y el grupo terrorista "Los lobos grises", al cual pertenecía el agresor turco. Recientes archivos desclasificados del temido servicio secreto de Alemania Oriental, la Stasi, parecen favorecer la versión de que los mortíferos tentáculos de la KGB soviética estuvieron detrás del ataque.

El jueves el diario italiano "La Repubblica" publicó una entrevista en la que Ali Agca decía haber conspirado con autoridades del propio Vaticano. "El diablo está dentro del Vaticano. Sin ayuda de sacerdotes y cardenales no habría podido realizar aquel gesto", habría dicho. Pero ayer Agca negó la entrevista completa.

El propio Ali Agca, quien se encuentra escribiendo un libro en el que contará "toda la verdad" sobre el atentado, ha dado distintas versiones sobre la aciaga jornada. Siempre ha dicho que el ataque le había sido "ordenado" por "fuerzas sobrenaturales" sin razones aparentes, y después le achacó la orden a "Dios Santísimo". Curiosamente, esa tesis es favorecida incluso por el propio Vaticano.

El secreto de Fátima

Exactamente 19 años después del atentado, el 13 de mayo del 2000, el Vaticano reconoció que el hecho se relacionaba nada menos que con el tercer secreto que la Virgen de Fátima le entregó 83 años antes a tres humildes niños pastores de Portugal. En uno de los párrafos del texto redactado por Lucía dos Santos, una de los testigos de la aparición en Fátima, se habla de un "obispo vestido de blanco" que muere a manos de "un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de armas de fuego y flechas".

El Papa siempre dijo que una mano disparó (la de Ali Agca) y que otra (la de la Virgen) desvió la bala y le salvó la vida. El día en que casi muere, Wojtyla llevaba colgada del cuello una medalla de la Virgen de Fátima.

¿A quién amenazaba el polaco conservador? ¿Hubo una mano divina involucrada, o fue sólo el arrebato de un don nadie que quiso trascender?

Preguntas sin respuesta. Quizás la clave esté en el propio Ali Agca, que hoy llora por el destino del Sumo Pontífice desde su prisión en Estambul. Después de haber sido indultado el 13 de junio del 2000, fue extraditado a Turquía, donde cumple una condena a siete años de presidio por un robo a mano armada cometido en los 70 y otra a diez años de prisión por el asesinato de un periodista en 1979.

Los planes para atacarlo que no fructificaron

El Papa Juan Pablo II es considerado una de los líderes mundiales que más expuesto ha estado a ataques, muchos de los cuales han logrado ser desbaratados.

Febrero de 1981, Pakistán: antes de que el Papa comenzara a celebrar una misa estalla un explosivo en las manos de un agresor.

Mayo de 1982, Portugal: guardias de seguridad logran detener a tiempo al sacerdote español Juan Fernández Krohn, quien iba a agredir a Juan Pablo II con una bayoneta.

Noviembre de 1982, España: según las policías de España y Francia se logra evitar un atentado planeado por la organización terrorista vasca ETA.

Febrero de 1983, Italia: la policía italiana apresa a un turco, quien supuestamente planeaba atentar contra el Sumo Pontífice.

Marzo de 1983, El Salvador: se informa que fue descubierto un complot contra el Papa.

Junio de 1983, Polonia: durante la visita de Juan Pablo II a su país natal se anuncia que habría planes de atentar contra él. El gobierno polaco desmiente esta versión.

Mayo de 1984, Corea del Sur: un estudiante coreano, un probable desequilibrado mental, apunta con una pistola falsa hacia el vehículo del Papa.

Mayo de 1986, Holanda: la policía apresa a un turco, quien parecía querer matar al Papa durante una misa celebrada en Amsterdam.

Noviembre de 1986, Australia: dos horas antes de la llegada del Papa a Brisbane, es detenido un australiano de origen irlandés con cinco cócteles molotov en su poder, los que quería arrojar al Papa. El detenido había sido dado de alta de una clínica psiquiátrica.

Enero de 1995, Filipinas: antes de una misa la policía detiene a varias personas, que supuestamente planeaban un atentado.

Abril de 1997, Bosnia-Herzegovina: antes de la llegada del Papa, agentes bosnios descubren 23 minas antitanque debajo de un puente que iba a atravesar Juan Pablo II en su tránsito del aeropuerto a la ciudad.

Mayo de 1997, Líbano: según oficiales de seguridad libaneses se iba a atacar con cohetes el avión en el que viajaba el Papa.

Junio de 2003, Croacia: Un grupo extremista islámico amenazó con matar al Papa durante la visita a Croacia. En un correo electrónico enviado a varios medios de comunicación, el remitente aseguró que el asesinato se cometería "en nombre de Alá".

Junio de 2003, Bosnia-Herzegovina: La visita del Papa es acompañada de amenazas falsas de bomba.


KROHN: DE FÁTIMA À L'UNIVERSITÉ LIBRE DE BRUXELLES


17 octobre 2008

Krohn, le prêtre qui blessa Jean-Paul II

Hier était projeté en avant-première au Vatican le film Témoignage sur la vie de Jean-Paul II. Ce long-métrage lève le voile sur la tentative d'assassinat dont le pape fut victime en 1982. Le coupable ? Un prêtre espagnol.

12 mai 1982, Jean-Paul II se trouve à Fatima. Soudain, un homme d'une trentaine d'années se jette sur lui, un couteau à la main. Très vite, les gardes du corps du pape le neutralisent. Mais l'homme en question, Juan Fernandez Krohn, prêtre, a blessé Jean-Paul II: lorsque le pontife polonais se met à l'abri dans une pièce du sanctuaire, le cardinal Stanislaw Dzivisz, son secrétaire particulier, note des traces de sang. Le père Krohn était convaincu que Jean-Paul II était un agent communiste infiltré au Vatican pour corrompre l'Eglise, ainsi qu'il l'affirma à son procès. Condamné à six ans et demi de prison pour tentative d'assassinat, Krohn nie avoir réussi son coup.

Le père Krohn, 2 ans avant l'attentat, s'est fait exclure de la fraternité Saint Pie X pour avoir reproché à Monseigneur Lefebvre sa mollesse envers le Vatican. Expulsé du Portugal après avoir purgé sa peine, il atterrit en Belgique, où il devient avocat. En 2000, il est à nouveau arrêté pour avoir tenté d'assassiner le roi Albert de Belgique et le roi Juan Carlos d'Espagne. Il écope de 5 ans de prison. A ce palmarès, il faut ajouter un procès en Espagne pour avoir incendié un bureau de la coalition séparatiste Herri Batasuna, liée à l'organisation terroriste basque ETA.

Michel Janva

Posté le 17 octobre 2008 à 09h43 par Michel Janva | Catégorie(s): L'Eglise : Jean-Paul II
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Commentaires

rien de nouveau. Il suffit de revoir les images de la télévision de ce soir là, de relire les journaux du lendemain.

Rédigé par : Père Lelièvre | 17 oct 2008 12:12:48

@Père Lelièvre:
En 82 je n'était pas né, et donc, je n'en n'ai jamais entendu parler! De plus, il me vient rarement à l'esprit l'envie d'aller regarder les vidéos ou relire les journaux de 1982.

Merci M.Janva.

Rédigé par : Vince | 17 oct 2008 18:55:41

Ce n'est pas le seul. Le 5/01/95 un Marocain et 2 Pakisanais ot tiré sur JP II à Manille ! Et là Vince était peut-être né !
Il y aussi d'autres tentatives dont les media n'ont jamais parlé parce qu'elles ont été déjouées vant le passage à l'acte.

Rédigé par : Jean d'Agniel | 17 oct 2008 22:02:41

Je lis avec une certaine surprise, sur un lien posté sur le "Forum catholique", que ce Krohn est intervenu en Belgique à un congrès sur le frankisme, dont il semble être un histrorien spécialiste, il y a quelques mois. Il y intervenait en tant que chercheur ULB. Pour ceux qui ne le sauraient pas, cette ULB, où semble travailler à présent l'individu, est ladite "Université Libre de Bruxelles". Celle-ci n'a de libre que le nom. Tout professeur et tout chercheur engagé doit faire profession de libre pensée. Elle est le fief de du "libre examen" en Belgique, le foyer suprême de la militance anti-cléricale, et un nid à franc-maçons, toutes obédiences confondues! Belle reconversion!

LE SEDEVACANTISME C'EST QUOI?



Sédévacantisme (de l'expression latine sede vacante, « le trône de saint Pierre étant vacant », utilisée entre la mort d'un pape et l'élection de son successeur) est une position religieuse tenue par certains catholiques, qui soutient que depuis la mort de Pie XII, le siège de Pierre est vacant et que, par voie de conséquence, Jean XXIII, Paul VI, Jean-Paul Ier, Jean-Paul II et Benoît XVI ne sont que des usurpateurs.

Diversité

Le sédévacantisme actuel est un terme générique qui regroupe plusieurs tendances :

Les sédévacantistes, qui ne sont pas tous du rite catholique romain, ne reconnaissent pas la légitimité et donc l'autorité des pontifes régnant à Rome actuellement en raison de leur défaillance dans la Foi catholique. Ils estiment que l'assistance du Saint-Esprit dont le Souverain pontife jouit le préserve de toute errance dans l'enseignement des vérités catholiques, ce qui d'ailleurs est un Dogme de Foi Catholique. Pour eux, la ratification des décrets du IIe concile du Vatican — en particulier celui sur la liberté religieuse Dignitatis humanæ — est incompatible avec la possession du Souverain pontificat puisque condamné infailliblement par Sa Sainteté Pie IX dans son encyclique Quanta Cura. Nostra Ætate, le nouveau Code de Droit canon qui aurait procédé à l'inversion des fins du mariages ainsi que de multiples actes (assise) sont considérés par les sédévacantistes comme scandaleux et relevant du schisme, de l'hérésie, de l'apostasie pour Paul VI, Jean-Paul I et II et Benoît XVI.


Notre Dame de la Salette prédit l'éclipse de l'Eglise et l'apparition de la secte conciliaire issue de Vatican II (1848) :

"Rome perdra la foi et deviendra le siège de l'antéchrist...


L'Eglise sera éclipsée, le monde sera dans la consternation."


Pie XII, ou Pastor angelicus, dernier Pape reconnu par les sédévacantistes

Les sédévacantistes reconnaissent en Pie XII le dernier Pontife de la Sainte Église. La plupart émettent des doutes sur la légitimité de Jean XXIII. Le critère permettant de distinguer ceux qui admettent la légitimité de Jean XXIII est leur acceptation du Missel de 1962. En raison notamment de l'ambiguïté de l'encyclique Pacem in Terris et de certains témoignages prouvant son hétérodoxie; la majorité le rejette donc tout à fait et estime que son élection en 1958 est douteuse.

Les sédévacantistes ne reconnaissent donc ni Paul VI ni ses successeurs, puisqu'ils enseignent l'hérésie, ce qui est impossible à un véritable Vicaire de Jésus-Christ.

Les sédévacantistes complets et les sédéprivatistes

On distingue habituellement les sédévacantistes complets qui considèrent celui qui est sur le trône de Pierre comme un imposteur. Ils se réfèrent aux écrits de saint Robert Bellarmin qui fut un grand défenseur de la papauté et qui écrivit différents traités, dont l'un est particulièrement célèbre et aimé des sédévacantistes complets : De Romano Pontifice.

Les sédéprivatistes qui pensent que les successeurs de Pie XII sont papes matériellement, mais non formellement. Ces derniers (qu'on appelle aussi guérardiens ou cassiciacumistes) adhèrent à la Thèse de Cassiciacum, élaborée par le dominicain Guérard des Lauriers pour tenter d'expliquer l'actuelle vacance du siège apostolique.

Pour certains, cette thèse serait battue en brèche par la bulle du Pape Paul IV "cum ex Apostolatus". La distinction philosophique introduite par cette thèse comporte aussi au moins un problème que ses défenseurs ne semblent pas pouvoir résoudre : celui que la matière du pape est, précisément, un homme catholique, de telle sorte que la possession matérielle du Souverain pontificat — c'est le cas de celui qui aurait été élu et qui n'aurait pas encore prononcé son acceptation — n'est possible qu'à un catholique. Un non-catholique est, de part le droit divin et la constitution même de l'Église, absolument inapte aux suffrages de l'Église, et à plus forte raison à toute possession — même materialiter — d'un office ecclésiastique.

D'autre part, comment celui qui n'est pas membre de l'Église pourrait en être la tête ?

Syllogisme

Le raisonnement sédévacantiste procède du syllogisme suivant :

1. L'Église catholique ne peut se tromper dans l'enseignement de la foi et des mœurs, dans la promulgation des rites liturgiques, de la discipline, du code de droit canonique, dans son magistère ordinaire, on ne peut le nier (majeure).

2. Or celui qui est assis sur le Siège de Pierre enseigne, défend et propage des choses condamnées antérieurement par l'Église (mineure).

* donc ce dernier n'est pas un pape légitime.

Certains s'appuient sur la bulle Cum ex Apostolatus du Pape Paul IV, qui énonce en 1559 : « S'il apparaissait (...) qu'un Souverain Pontife lui-même, avant sa promotion et élévation au cardinalat ou au souverain pontificat, déviant de la foi Catholique est tombé en quelque hérésie, sa promotion ou élévation, même si elle a eu lieu dans la concorde et avec l'assentiment unanime de tous les Cardinaux, est nulle, sans valeur, non avenue. » En effet, comment celui qui n'est pas membre de l'Église catholique pourrait en même temps en être la tête ?

Génèse du sédévacantisme.

Les sédévacantistes considèrent le concile Vatican II comme une rupture avec la Tradition de l'Église : en effet, jamais un concile de l'Église catholique ne pourrait promouvoir des doctrines pernicieuses pour la foi, et antérieurement condamnées infailliblement donc à perpétuité. Jean-Paul II et aujourd'hui Benoît XVI sont unanimement rejetés par les sédévacantistes, qui les regardent comme des imposteurs, des usurpateurs et des hérétiques ainsi que des schismatiques.

Des sédévacantistes étayent leur position par l'existence d'un plan, ou complot, ourdi par la Franc-maçonnerie et différentes sociétés secrètes, ayant pour but la destruction du pouvoir temporel et spirituel de la papauté. Ce complot fut très tôt dénoncé : Clément XII condamna la Franc-maçonnerie par la bulle In eminenti de 1738. D'autre part, des travaux comme ceux de l'abbé Augustin Barruel, Mémoires pour servir à l'histoire du Jacobinisme, mirent au jour un grand nombre de documents inconnus jusqu'alors, tels des correspondances privées entre différents membres de la secte des Illuminés de Bavière. Les papiers secrets de la Haute Vente des Carbonari tombés entre les mains du pape Grégoire XVI évoquent des intentions perverses des Francs-maçons : « Vous aurez prêché une révolution en tiare et en chape, marchant avec la croix et la bannière, une révolution qui n'aura besoin que d'être un tout petit peu aiguillonnée pour mettre le feu aux quatre coins du monde. »

La plupart des sédévacantistes se basent sur ces études pour renforcer leur thèse, ainsi que sur la notion d'infaillibilité du magistère de l'Eglise.

En août 1971, le jésuite mexicain Joaquin Saenz Arriaga publie un livre La Nouvelle Église Montinienne dont la conclusion est que le Pape Paul VI avait fondé une nouvelle religion, distincte du catholicisme romain traditionnel. En 1973, il publie un autre travail, Sede Vacante où il affirme nettement que Paul VI, ayant versé dans l'hérésie, avait perdu son autorité papale en vertu de la bulle de S.S. Paul IV cum ex Apostolatus repise dans le code de droit canon de de 1917. Les sédévacantistes s'appuient sur le secret de La Salette, pour justifier leurs positions[1].

Les écrits de Saenz donnèrent naissance au mouvement sédévacantiste, mené au Mexique par les pères Saenz, Carmona et Zamora, aux États-Unis par les Pères François E. Fenton et Burton Fraser, et en France par le Père Guérard des Lauriers (dominicain, qui a développé la thèse dite de Cassiciacum), le Père Barbara.


VATICAN II EST UN CONCILE ANTI-CATHOLIQUE DONC INVALIDE

Tous rejettent les réformes du concile vatican II. En conséquence, ils refusent aussi les nouvelles règles disciplinaires du Code de droit canonique de 1983, les nouveaux rituels, invalides selon eux, des sacrements promulgués par Paul VI, et tous les enseignements postérieurs au concile Vatican II.

Les sédévacantistes considèrent le rituel des sacres épiscopaux institué par Paul VI en 1968, comme tout à fait invalide, tout comme le nouveau rituel des ordinations sacerdotales ou de la « nouvelle messe » : ce qui ferait de « l'église conciliaire » une église de laïcs comme la secte anglicane, en rupture avec la Sainte Église Apostolique.

Certains y ajoutent le rejet de certains enseignements antérieurs à la mort de Pie XII, comme les modifications apportées au rite de la Semaine Sainte entre 1955 et 1960, ou les réformes du Bréviaire entérinées par Saint Pie X, les considérant comme les prémisses du bouleversement des années 1970 et la marque des influences néfastes au sein de l'Église.

Différences avec la Fraternité Saint-Pie-X

Quoique réfractaires au conciliabule Vatican II, comme ils le nomment, les sédévacantistes ne sont pas pour autant favorables à la Fraternité sacerdotale Saint-Pie-X (FSSPX). En effet, si les origines des ces mouvements sont communes, la FSSPX refuse d'admettre la vacance du Saint-Siège, et fait de l'adhésion formelle aux thèses sédévacantistes un motif d'exclusion. Pour elle, il faut reconnaître l’autorité du pape régnant, sans pour autant lui obéir en tout et a fortiori le suivre dans ses erreurs.

Pour les sédévacantistes, cette "politique" porte en elle une contradiction interne : pour l'évêque sédévacantiste Mgr Dolan,[2] « la FSSPX s'est opposée à l’apostasie conciliaire non pas avec une réponse vraiment catholique mais plutôt avec la réponse du jugement privé par lequel les doctrines, les décrets et les disciplines universelles de ce qu’ils pensent être l’Eglise sont sujets à leurs avis privés. » position qu'il estime condamnée par L'Eglise, notamment par la bulle Unam sanctam : "En conséquence nous déclarons, disons et définissons qu'il est absolument nécessaire au salut, pour toute créature humaine, d'être soumise au pontife romain."

Mgr Ngô Dinh Thuc et le sédévacantisme

L'archevêque de Hué, Mgr Pierre-Martin Ngô Dinh Thuc, fut le seul évêque de l'Église catholique romaine auquel on attribua avec persistance des sentiments sédévacantistes. En effet, les nombreuses consécrations épiscopales illicites, qu'il conféra à différents candidats sédévacantistes, pourraient le laisser penser. Cependant, différents éléments mettent en relief qu'il n'embrassa probablement pas les positions dont on voudrait le faire l'ardent défenseur aujourd'hui :

* En 1976, il est excommunié pour consécrations et ordinations illicites à Palmar de Troya près de Séville,

* En 1978, il fait amende honorable,

* En 1981, il est excommunié pour la consécration de Mgr Jean Laborie (de l'église latine de Toulouse),

* En 1981 il consacre les prêtres Guérard des Lauriers O.P., Moises Carmona Rivera et Alfredo Zamora, à l'épiscopat, puis en 1982 il consacra les prêtres Louis-Irénée Boni f.c. et Jean-Gérard Roux f.c. Pour ces consécrations épiscopales, Mgr Thuc est publiquement excommunié par le Cardinal Joseph Ratzinger par un mandat de Jean-Paul II en 1983. Mais contrairement à Mgr Lefebvre, son nom n'a jamais été supprimé de l'annuaire pontifical qui recense les évêques catholiques. Malgré la déclaration dans laquelle il proclamait son sédévacantisme, Mgr Ngô Dinh Thuc continua à concélébrer occasionnellement avec l'évêque de Toulon dans le nouveau rite de la messe.

* En 1984, quatre mois avant sa mort, Mgr Thuc fait amende honorable, exhortant Mgr Laborie à se rallier à Rome, ainsi que la communauté de Palmar de Troya (Espagne), où en 1976 lui-même avait consacré Mgr Dominguez ; ce dernier se proclama « pape » (Grégoire XVII) en 1978.

Le père Guérard des Lauriers était prêtre dominicain, adviseur sur le dogme de l'Assomption de la Bienheureuse Vierge Marie, et ancien professeur renommé de l'Université pontificale du Latran à Rome. Le Père Guérard des Lauriers consacra à son tour quelques prêtres sédévacantistes ou sédéprivationistes.

Deux évêques particulièrement connus sillonnent l'Amérique et l'Europe en conférant les ordres sacrés : Mgr Daniel Lytle Dolan et Mgr Donald Sanborn de l'association sacerdotale Instauratio Catholica. Leurs lignées respectives remontent aussi à Mgr Thuc.

Toujours aux États-Unis en 1993 l'évêque-émérite catholique de Arecibo (Porto Rico), Mgr Alfredo José Isaac Cecilio Francesco Méndez-Gonzalez C.S.C. consacra le père Clarence Kelly à l'épiscopat pour la Fraternité Sacerdotale Saint Pie V (SSPV). La FSSPV est une fraternité de quelques prêtres sédévacantistes, originellement issus de la Fraternité Sacerdotale Saint Pie X créée par Mgr Marcel Lefebvre. Cette FSSPV maintient un séminaire près de New York.

Fin des temps.

D'autres qui sont en fait la majorité des sédévacantistes, tel que le diacre Vincent Zins, renvoyé du séminaire de la Fraternité Saint Pie X pour son comportement, pensent que nous sommes à l'aube de la venue de l'antéchrist, qui arriverait, selon les commentaires des Pères de l'Église, dans une période où l'Église serait sans chef, et où le Saint Sacrifice de la Messe aurait cessé faisant écho aux Saintes Ecritures. La restauration aurait lieu après la chute de l'antéchrist, et Dieu accorderait, une période plus ou moins longue de paix et de prospérité pour l'Église, où les hommes auraient le temps de faire une ultime pénitence avant le Jugement général de l'humanité, et la fin des temps.


Pie XII

Source de l'article ici

LE DERNIER TEXTE DE MONSEIGNEUR LEFEBVRE

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L´ABBÉ TAM - L'UN DES PRÊTRES PRÉFÉRÉS DE MONSEIGNEUR LEFEBVRE ÉCRIT SUR LA PSEUDO-RESTAURATION DE L'ÉGLISE

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SSPX ET VATICAN: VERS UNE RÉCONCILIATION?


Fraternité Saint Pie X de Mgr Lefebvre, vers une réconciliation avec le Vatican ?

D’après une annonce du porte parole du Vatican en date du 15 septembre 2009 :

« la première réunion qui marquera le début du dialogue avec les lefebvristes se tiendra dans la seconde moitié d’octobre »

L’enjeu est d’importance pour les 2 parties car le différend est ancien et empoisonne les relations entre le Vatican et les catholiques traditionalistes depuis des décennies, à ce sujet ;

1) Historique ; un processus d’excommunication en 2 phases

La Fraternité sacerdotale Saint Pie X ou FSSPX est une société de prêtres catholiques romains, fondée en Suisse le 1er novembre 1970, par Mgr Marcel Lefebvre à la demande de plusieurs séminaristes français, les buts de cette fraternité sacerdotale sont « le sacerdoce et tout ce qui s’y rapporte et rien que ce qui le concerne » à l’origine le Vatican avait approuvé la constitution de cette société et de 1970 à 1975, les rapports avec la papauté sont à peu près normaux..

Comme Mgr Lefebvre continuait de stigmatiser plus ou moins violemment la politique d’ouverture de l’Église catholique suite au concile Vatican II, en particulier en publiant fin 1974 un manifeste résumant ses positions, au printemps 1975 l’autorisation accordée à la Fraternité sacerdotale Saint-Pie-X est retirée, malgré cela Mgr Lefebvre décide de continuer son action de formation de prêtres du séminaire d’Écone et en juin 1976, il ordonne 13 prêtres, en conséquence le 22 juillet 1976 Paul VI frappe Marcel Lefebvre d’une suspense (censure consistant à priver le clerc de son office) pour son opposition au Concile Vatican II et aux réformes qui s’y rattachent, c’est la première fêlure avec Rome, s’en suivra une seconde plus conséquente !

Mgr Lefebvre et la Fraternité Saint-Pie-X choisissent de continuer leur action en formant des prêtres, en ouvrant des lieux de culte dans tout le monde chrétien, peu à peu, la fraternité se dote d’une structure hiérarchique distincte et séparée de l’Église romaine, les rapports sont néanmoins maintenus avec Rome, et une tentative de normalisation de la situation de la FSSPX a lieu en mai 1988, par la signature d’un accord entre le cardinal Ratzinger ( !) et Mgr Lefebvre..

Ce dernier primo reniera cet accord mais va surtout franchir un pas inacceptable en décidant de procéder à des sacres d’évêques sans l’accord de Rome, ce qu’il effectuera malgré les mises en garde canoniques le 30 juin 1988..

Cette fois-ci cela en est trop et le 2 juillet 1988 par le motu proprio (« de son propre chef » est une lettre émise par le pape de sa propre initiative) Ecclesia Dei, Jean Paul II déclare excommuniés Mgr Lefebvre lui-même, Mgr de Castro-Mayer, évêque co-consécrateur, et les quatre nouveaux évêques qui venaient d’être ordonnés et qui sont Alfonso de Galaretta, Bernard Fellay, Bernard Tissier de Mallerais et Richard Williamson ( !)

Mgr Lefebvre décèdera en Suisse le 25 mars 1991 mais la Fraternité Saint-Pie-X continuera de prospérer, revendiquant plus de 500 prêtres à ce jour dans près de 30 pays, en France son lieu de culte le plus célèbre est l’église Saint Nicolas du Chardonnet à Paris.

2) les racines de la discorde : le concile Vatican II

Le IIe concile œcuménique du Vatican, plus couramment appelé Vatican II, est le XXIe concile œcuménique de l’église catholique romaine, il a été ouvert par le pape Jean XXIII en 1962 (lequel est décédé en 1963) et clos sous le pontificat de Paul VI en 1965. On le considère généralement comme l’événement le plus marquant de l’histoire de l’Église catholique au XX° siècle, symbolisant son ouverture au monde moderne et c’est bien là tout le problème pour les traditionalistes !

Ces points de désaccord (on peut même parler de refus) vis à vis des résolutions du concile Vatican II sont exprimés dans une lettre de Mgr Lefebvre datant d’octobre 1987 (retranscrite sur le site de la FSSPX) où il accuse nommément les francs-maçons ( !) :

« Il y a désormais trois erreurs fondamentales, qui, d’origine maçonnique , sont professées publiquement par les modernistes qui occupent l’Église.
- Le remplacement du Décalogue par les Droits de l’Homme…
- Ce faux œcuménisme qui établit en fait l’égalité des religions…
- Enfin, le troisième acte qui est maintenant courant, c’est la négation du règne social de Notre-Seigneur Jésus-Christ par la laïcisation des États …
Si l’on réunit ces trois changements fondamentaux et qui en vérité n’en font qu’un, c’est vraiment la négation de l’unicité de la religion de Notre-Seigneur Jésus-Christ … Les francs-maçons ont toujours désiré cela et ils y parviennent non plus par eux mais par les hommes d’Église eux-mêmes. »

Autrement dit, la FSSPX refuse ce qu’elle nomme les mesures libérales du concile Vatican II, notamment :
- la liberté religieuse qui s’opposerait à la doctrine de la royauté du Christ ;
- la collégialité, en accordant trop de pouvoir aux conférences épiscopales ;
- l’œcuménisme et ce qui serait son corollaire, l’abandon de la mission ;
- les modifications dans la liturgie, ce dernier point est très important car la FSSPX célèbre exclusivement la messe dite « de saint Pie V » ou rite tridentin, aujourd’hui dénommé forme extraordinaire du rite romain, en latin !

Qu’on soit pro-traditionaliste ou pro-moderniste, impossible de nier que le concile Vatican II a fait l’effet d’un tsunami dans la classe sacerdotale et chez les fidèles en bouleversant profondément la nature du dogme de l’Église romaine et son application, à ce sujet Anthony Burgess (l’auteur d’Orange mécanique) écrivain catholique de renommée mondiale n’hésitait pas à décrire son initiateur Jean XXIII comme l’un des individus les plus malfaisants du XX° siècle ! « J’ai vu des tas de catholiques abandonner la religion, des prêtres qui ne croyaient plus en Dieu … » de tels écrits de sa part traduisent bien l’immense désarroi provoqué chez tous ceux qui ne pouvaient être que profondément attachés au catholicisme qu’ils avaient toujours connu..

3) l’évolution actuelle, les ouvertures effectuées par Benoît XVI

L’ex-cardinal Ratzinger, très au faite du litige avec la principale branche des catholiques traditionalistes (voir ci-dessus) n’ignore pas tout le bénéfice qu’il y aurait à percevoir du retour au bercail de cette portion de catholiques très fervents et très sincères, souvent brillants intellectuellement et qui pourraient en quelque sorte constituer « des bataillons d’élite de soldats du Christ », aussi depuis sa nomination en tant que successeur de Saint Pierre a t il multiplié les gestes d’ouverture en leur direction ;

Par le motu proprio Summorum Pontificum publié le 7 juillet 2007, le pape remet en valeur le rite tridentin qu’il dénomme forme extraordinaire du rite romain, dans sa lettre aux évêques qui accompagne le motu proprio, il précise que l’un des buts de ce texte est la « réconciliation interne au sein de l’Église ».

Puis par décret de la congrégation pour les évêques du 21 janvier 2009 signé par le préfet de la congrégation, l’excommunication latae sententiae (c’est à dire de facto) qui frappait les quatre évêques consacrés par Mgr Lefebvre à l’époque et qui sont Mgr Galaretta, Mgr Fellay, Mgr Tissier de Mallerais et Mgr Williamson, est levée, cependant la levée de l’excommunication n’est pas la réconciliation ou la réhabilitation, mais l’ouverture de la voie vers la réconciliation ; les quatre évêques demeurent suspendus, ce qui fait qu’il ne leur est toujours pas permis d’exercer leur ministère épiscopal au sein de l’Église catholique.

Du côté de la Fraternité Saint Pie X, les quatre évêques dont l’excommunication a été levée par Benoît XVI, expriment dans une lettre publiée dans la revue de FSSPX au pape leur "profonde reconnaissance pour l’acte de Sa paternelle bonté et de Son courage apostolique". Cependant à la question : "La condition posée par Rome à une réintégration de la Fraternité dans l’Eglise étant la reconnaissance du concile Vatican II, la Fraternité est-elle prête à franchir ce pas ?", Mgr Fellay répond : "Non. Le Vatican a reconnu la nécessité d’entretiens préalables afin de traiter des questions de fond provenant justement du concile Vatican II. Faire de la reconnaissance du concile une condition préalable, c’est mettre la charrue avant les bœufs".
Ainsi qu’on le voit le dialogue s’annonce ardu de part et d’autre, chacune des parties entendant défendre ses convictions, Rome devant faire montre d’autorité et la FSSPX n’ayant nullement l’intention de renoncer à ce qui fait l’objet de son combat depuis maintenant des décennies.

En conclusion le brillant intellectuel qu’est Benoît XVI dispose de plusieurs atouts dans son œuvre de réunification de l’Église de Rome, sa longue expérience, sa très bonne connaissance des dossiers ainsi que ses qualités de diplomatie, mais en plus de la réconciliation avec les catholiques traditionalistes il vise en même temps celle avec l’Église orthodoxe et le dialogue avec les Juifs ce qui ne va pas forcément de pair..

De l’autre côté, s’il semble naturel de penser que la Fraternité Saint Pie X, lasse d’une si longue marginalisation qui inquiète nombre de ses fidèles, devrait accueillir avec joie la main tendue par le Vatican, c’est sans compter sur l’attachement farouche de ses principaux doctrinaires à la tradition ancestrale qu’ils prétendent être les seuls à vraiment défendre..

On le voit, tous les cas de figure demeurent ouverts, entre une réintégration dans l’Église de Rome (vivement souhaitée), un statu quo ou pire encore une excommunication renforcée, il conviendra d’avancer très prudemment afin de ne pas échouer dans cette occasion historique, la plus grande chance de dialogue réside certainement dans l’entente secrète qui a toujours subsisté chez les traditionalistes se situant de part et d’autre.


Hiéronymus, septembre 2009


LETTRE DE MONSEIGNEUR LEFEBVRE À PAUL VI SUR LA SUSPENSION A DIVINIS

Lettre de Mgr Lefebvre à Paul VI sur sa « suspense a divinis » (1)

Quelques réflexions à propos de la « suspens a divinis ».

Elle pose un problème grave et fera encore couler des flots d'encre, quand bien même je viendrais à disparaître de la scène de l'Eglise militante.
En quoi consiste-t-elle en réalité? Elle me prive du droit inhérent au prêtre, et à plus forte raison à l'évêque, de célébrer la sainte messe, de conférer les sacrements et de prêcher dans les lieux consacrés, c'est-à-dire qu'il m'est interdit de célébrer la messe nouvelle, de conférer les sacrements nouveaux, de prêcher la nouvelle doctrine.
Ainsi, parce que je refuse, précisément, depuis leur institution, ces nouveautés, on m'interdit désormais, officiellement, de les utiliser. C'est parce que je refuse la nouvelle messe qu'on me prive de la dire. On peut par là deviner le peu de dommage que me cause cette suspense.
C'est une preuve de plus que cette nouvelle Eglise, qu'ils ont désormais qualifiée eux-mêmes de conciliaire, se détruit elle-même. C'est S. Exc. Mgr Benelli, dans sa lettre du 25 juin dernier, qui la désigne ainsi parlant des séminaristes, il écrit:
« Il n'y a rien de désespérant dans leur cas; s'ils sont de bonne volonté, et sérieusement préparés à un ministère pastoral, dans la fidélité véritable à l'Eglise conciliaire, on se chargera ensuite de trouver la meilleure solution pour eux; mais qu'ils commencent d'abord, eux aussi, par cet acte d'obéissance à l'Eglise. »
Quoi de plus clair! Désormais, c'est à l'Eglise conciliaire qu'il faut obéir et être fidèle et non plus à l'Eglise catholique. C'est précisément tout notre problème; nous sommes suspens a divinis par l'Eglise conciliaire et pour l'Eglise conciliaire dont nous ne voulons pas faire partie.
Cette Eglise conciliaire est une Eglise schismatique parce qu'elle rompt avec l'Eglise catholique de toujours. Elle a ses nouveaux dogmes, son nouveau sacerdoce, ses nouvelles institutions, son nouveau culte déjà condamné par l'Eglise en maints documents officiels et définitifs.
C'est pourquoi le fondateur de l'Eglise conciliaire insiste tant sur l'obéissance à l'Eglise d'aujourd'hui, faisant abstraction de l'Eglise d'hier comme si elle n'existait plus.
Cette Eglise conciliaire est schismatique parce qu'elle a pris pour base de sa mise à jour des principes opposés à ceux de l'Eglise catholique: ainsi la nouvelle conception de la messe, exprimée dans le n° 5 de la préface du Missale romanum et le n° 7 du premier chapitre qui donne à l'assemblée un rôle sacerdotal qu'elle ne peut avoir; ainsi également le droit naturel, c'est-à-dire divin, de toute personne et de toute groupe de personnes à la liberté religieuse.
Ce droit à la liberté religieuse est blasphématoire car c'est prêter à Dieu des intentions qui détruisent sa majesté, sa gloire, sa royauté. Ce droit implique la liberté de conscience, la liberté de pensée et toutes les libertés maçonniques.
L'Eglise qui affirme de pareilles erreurs est à la fois schismatique et hérétique. Cette Eglise conciliaire n'est donc pas catholique. Dans la mesure où le Pape, les évêques, prêtres et fidèles, adhèrent à cette nouvelle Eglise, ils se séparent de l'Eglise catholique. L'Eglise d'aujourd'hui n'est la véritable Eglise que dans la mesure où elle continue et fait corps avec l'Eglise d'hier et de toujours. La norme de la foi catholique, c'est la Tradition. La demande de S Exc. Mgr Benelli est donc éclairante: soumission à l'Eglise conciliaire, à l'Eglise de Vatican Il, à l'Eglise schismatique. Pour nous, nous persévérons dans l'Eglise catholique avec la grâce de Notre-Seigneur Jésus-Christ et l'intercession de la Bienheureuse Vierge Marie.

† Marcel LEFEBVRE
Ecône, le 29 juillet 1976.

(1) Texte original.


LETTRE DE PAUL VI À MONSEIGNEUR LEFEBVRE - 1976

Lettre de Paul VI à Mgr Lefebvre

A la veille de la messe célébrée par Mgr Lefebvre au Palais des Sports de Lille, le dimanche 29 août, l'Osservatore Romano (28 août) a publié (en français) la lettre ci-après qui lui avait été adressée par Paul VI en la fête de l'Assomption:

A notre vénéré Frère Marcel Lefebvre,

En cette fête de l'Assomption de la Très Sainte Vierge Marie, nous tenons à vous assurer de notre souvenir, accompagné d'une prière spéciale pour une solution positive et prompte de la question qui regarde votre personne et votre activité à l'égard de la Sainte Eglise.
Notre souvenir s'exprime en ce souhait fraternel et paternel: que vous vouliez bien considérer, devant le Seigneur et devant l'Eglise, dans le silence et la responsabilité de votre conscience d'évêque, l'insoutenable irrégularité de votre position présente. Elle n'est pas conforme à la vérité et à la justice. Elle s'arroge le droit de déclarer que notre ministère apostolique s'écarte de la règle de la foi, et de juger comme inacceptable l'enseignement d'un Concile oecuménique célébré selon une observance parfaite des normes ecclésiastiques: ce sont là des accusations extrêmement graves. Votre position n'est pas selon l'Evangile et selon la foi.
Persister dans cette voie serait un grave dommage pour votre personne sacrée et pour ceux qui vous suivraient comme guide, en désobéissance aux lois canoniques. Au lieu de porter remède aux abus que l'on veut corriger, cela en ajouterait un autre d'une incalculable gravité.
Ayez l'humilité, Frère, et le courage de rompre la chaîne illogique qui vous rend étranger et hostile à l'Eglise, à cette Eglise que pourtant vous avez tant servie et que vous désirez aimer et édifier encore. Combien d'âmes attendent de vous cet exemple d'héroïque et simple fidélité!
Invoquant l'Esprit-Saint et confiant à la Très Sainte Vierge Marie cette heure qui est, pour vous et pour nous, grande et amère, nous prions et espérons.
Castel Gandolfo, 15 août 1976.
PAULUS PP. VI.

Commentaire de la salle de presse du Saint-Siège

A la suite de cette lettre, le même numéro de l'Osservatore Romano publie la réponse ci-après de la salle de presse du Saint-Siège à la question posée par un journaliste (1):

Un journaliste a demandé à la salle de presse du Saint-Siège s'il était exact que le Saint-Père avait envoyé, dans sa récente lettre autographe dont l'existence a été confirmée par ce service, un ultimatum à Mgr Lefebvre et si l'interview donnée par ce dernier à l'Europeo du 3 septembre 1976 doit être considérée comme une réponse à cet ultimatum.

REPONSE: On a pris connaissance de cette interview avec la plus grande peine, à cause de son contenu particulièrement grave et vraiment inouï.
Une telle intervention suffit à elle seule, aux yeux de toute personne douée d'un minimum d'objectivité et qui n'entretient pas d'idées préconçues, à démontrer avec la plus grande clarté dans quelle position vraiment insoutenable Mgr Lefebvre en est venu à se trouver. Cette interview est une accusation que l'ancien archevêque-évêque de Tulle a signée contre lui-même de sa propre main.
La position prise désormais par Mgr Lefebvre si ouvertement prouve que le Saint-Siège avait vu juste quand il le convia à deux entretiens d'explication avec les cardinaux Tabera, Wright et Garrone. Ce fut en conclusion de ces entretiens que le Saint-Siège jugea nécessaire d'autoriser Mgr Mamie, évêque de Lausanne, Genève et Fribourg, à retirer son consentement à l'existence de la fraternité Saint-Pie-X (2).
Cependant, depuis cette douloureuse décision jusqu'aux derniers développements, le Saint-Père n'a jamais cessé de se tourner vers Mgr Lefebvre avec une espérance jamais démentie même si elle a été toujours déçue, afin qu'il accomplisse au moins un geste de bonne volonté.
L'attitude du Pape a toujours été guidée par des intentions précises: respecter profondément l'homme; respecter plus profondément encore l'évêque; respecter en même temps le très grave devoir confié par mandat divin au successeur de Pierre de conserver dans sa pureté totale, sans transiger sur aucun point, le patrimoine de la foi catholique et d'être le suprême garant de son authenticité.
C'est dans la fidélité à ces préoccupations que, le 15 août dernier, le Saint-Père a adressé une nouvelle lettre manuscrite à Mgr Marcel Lefebvre. Son contenu comme sa forme parlent d'eux-mêmes et montrent clairement l'attitude, à la fois ferme et inspirée de paternelle affection, qui est celle du Pape en cette douloureuse circonstance.
Cette lettre, comme il a été dit, s'inscrit dans la longue série d'appels à la réconciliation, multipliés par le Siège apostolique et par le Pape personnellement, qui ont été adressés à l'ancien archevêque-évêque de Tulle. Outre deux longs colloques avec trois cardinaux, qui lui ont permis d'exposer sa position, ce furent des visites répétées du nonce apostolique en Suisse; les lettres du Souverain Pontife en date du 29 juin et du 8 septembre 1975 (3); un très long entretien avec le substitut de la Secrétairerie d'Etat; enfin, la semaine précédant le 29 juin 1976, une mission d'un envoyé spécial du Saint-Père, le R.P. Dhanis, S.J., consulteur de la Congrégation pour la Doctrine de la foi; et encore plusieurs visite du cardinal Thiandoum, dont une le 28 juin, c'est-à-dire la veille même de l'ordination.
Comment ne pas rappeler ici que le Pape a estimé nécessaire de traiter ce grave problème devant les membres du Sacré-Collège présents à Rome pour le Consistoire du 24 mai dernier (4)?
Mgr Lefebvre sait, mieux que personne, quel a été le but de cette intervention solennelle, ainsi que de toutes les démarches qui l'ont précédée et qui l'ont suivie: lui offrir l'occasion de se reprendre avant qu'il ne soit trop tard et servir l'unité de l'Eglise qu'il a maintenant l'absurde prétention de « défendre » contre ceux-là qui, seuls, ont mission de Dieu et assistance de l'Esprit pour la garantir. Pour se soustraire à cette sollicitude, qu'il tait devant l'opinion publique, Mgr Lefebvre entend choisir lui-même les voies par lesquelles passerait une composition de sa part: une audience que le Saint-Père devrait lui accorder sans préalable, afin qu'il puisse lui dire en quoi, à son jugement, le Pape et le Concile oecuménique ont failli.
Car l'enjeu du débat est bien là. Mgr Lefebvre, qui n'a jamais contesté, au cours de son déroulement, la validité du Concile, auquel il a pris une part active (5) et dont il a signé la presque totalité des actes — parmi lesquels la Constitution sur la liturgie et le décret sur l'oecuménisme —, se place aujourd'hui au-dessus du Pape et du Concile pour en contester, de façon catégorique et globale, l'esprit et les conclusions (cf. son Manifeste du 21 novembre 1974) (6). Il a été pendant de longues années le serviteur de la papauté, et il s'en fait un titre maintenant pour reprocher au Pape d'avoir, en matière sacramentaire et liturgique notamment, exercé un pouvoir que l'Ecriture sainte, la Tradition et l'enseignement unanime de l'Eglise lui attribuent de façon si claire et si ferme. Après avoir proclamé sa soumission au Saint-Père et laissé entendre que toute l'affaire ne reposait que sur un malentendu, il fait maintenant des déclarations incroyables qu'il est particulièrement douloureux d'entendre de la bouche d'un évêque. De quelle tradition, de quel « Evangile » s'inspire-t-il pour tenir pareil langage?
Sa grave infraction aux lois canoniques et à une défense expresse du Pape, en conférant illégitimement des ordinations le 29 juin dernier, a entraîné pour Mgr Lefebvre l'application d'une censure dont il sait bien qu'elle vise avant tout à la résipiscence de celui qui en fait l'objet (7).
Le Pape ne perd pas l'espérance. Il guette le retour du fils prodigue, dans l'intérêt du salut de celui-ci, dans l'intérêt aussi des âmes qu'il égare en cherchant à les persuader gratuitement que Rome a failli à sa mission. Les bras du Pape sont grands ouverts. Le Saint-Père a cependant le droit et le devoir de connaître, au préalable, les dispositions dans lesquelles Mgr Lefebvre viendrait à lui: une telle assurance est indispensable à la rencontre désirée. A ne pas maintenir fermement cette exigence, on s'exposerait à de nouveaux malentendus que le bien de la communauté ecclésiale ne peut plus supporter.
L'heure est à la souffrance et à la prière. Le Pape le dit en conclusion de sa lettre: c'est une heure « grande et amère ». Puisse-t-elle, au plus tôt, faire place à la lumière et à la réconciliation.
27 août 1976.


(1) Ce texte a été publié en italien dans I'Osservatore Romano. Nous le reproduisons ici d'après l'original (en français) que la secrétairerie d'Etat a adressé par telex à la Conférence épiscopale française le 27 août.

(2) Cf. DC 1975, n° 1679, p. 611 et s.; n° 1681, p. 7 (NDLR.)

(3) DC 1976, n° 1689, p. 33 et 34. (NDLR.)

(4) DC 1976, n° 1700, p. 557. (NDLR.)

(5) On trouvera un bref compte rendu des interventions de Mgr Lefebvre au Concile dans DC 1963. col. 38 (note 4), 40 (note 7), 1495, 1691; 1964, col. 1320; 1965, col. 1782. (NDLR.)

(6) DC 1975, n° 1677, p. 544. (NDLR.)

(7) Cf. DC 1976, n° 1703, p. 712 et s.; 1704, p. 781 et s. (NDLR.)


FREI BERNARDO DE VASCONCELOS OSB - UM SANTO


Sábado, Julho 07, 2007

Frei Bernardo de Vasconcelos

Foi na Casa do Marvão, na freguesia de São Romão do Corgo, concelho de Celorico de Basto que, a 7 de Julho de 1902, nasceu Frei Bernardo de Vasconcelos, parente dos Marvões, família que, durante vários séculos, habitou aquela casa. Bernardo Vaz Lobo Teixeira de Vasconcelos era filho do Doutor Manuel Joaquim da Cunha Maia Teixeira de Vasconcelos, senhor da Casa do Marvão e, naquela altura, Delegado da Procuradoria Régia em Cabeceiras de Basto e de D. Filomena da Conceição Vaz Lobo, da Casa do Outeiro, em Molares.

Foi baptizado no dia 5 de Agosto de 1902 pelo pároco Francisco de Almeida Barreto na igreja de São Romão, tendo sido seus padrinhos Manuel António de Sousa Machado, seu parente, da Casa do Bairro, em Canedo de Basto, e sua tia-avó D. Maria Isabel Teixeira de Vasconcelos, senhora da Casa do Fijô, em Felgueiras e da Casa do Barreiro, em Canedo de Basto.


Em 1912, foi estudar para o Colégio de Lamego e, em 1918, matriculou-se na Universidade de Coimbra, pensando seguir a Marinha. Tendo adoecido, interrompeu os estudos e empregou-se num Banco, no Porto. Mas o mundo das contas não se coadunava com o seu temperamento e a sua alma de poeta.

Em 1922, matriculou-se na Faculdade de Direito de Coimbra, tendo sido vice-presidente do C.A.C.D. (Centro Académico de Democracia Cristã), secretário da redacção da revista “Estudos” e membro das Conferências de São Vicente de Paulo.

Por esta altura, trocou correspondência com Joaquim Pereira Teixeira de Vasconcelos, mais conhecido por Teixeira de Pascoais, poeta amarantino que era seu parente e amigo. Nunca se encontraram, mas tinham uma grande admiração e estima um pelo outro. Teixeira de Pascoais diria, em carta a uma sua irmã, que Frei Bernardo de Vasconcelos foi o “maior e mais perfeito amigo que Deus me concedeu”. Frei Bernardo de Vasconcelos foi herdeiro, juntamente com sua irmã D. Maria Bárbara Vaz Lobo Teixeira de Vasconcelos, da Casa de Valdesculca que, anos mais tarde, foi vendida.


Em 1924, entrou no mosteiro de Singeverga, fez o noviciado e professou no Mosteiro de Samos (Galiza) com o nome de Frei Bernardo da Anunciada. Iniciou os estudos de Teologia na Abadia de Mont-César, (Lovaina, Bélgica), em 1926, mas teve de regressar a Portugal por lhe ter sido diagnosticada a doença de Pott ou tuberculose vertebral.

Começou, nesta altura, um longo calvário de 6 anos, que Frei Bernardo de Vasconcelos suportou com grande resignação, no Hospital da Lapa, no Porto, em Matosinhos e na Falperra (Braga).
Faleceu em S. João da Foz do Douro, no dia 4 de Julho de 1932, três dias antes de completar 30 anos, não tendo chegado a realizar o seu grande desejo que era o de ser sacerdote.

Frei Bernardo de Vasconcelos foi sepultado no cemitério da Foz, sendo, depois, trasladado para o cemitério de Molares, Celorico de Basto, e aí depositado no jazigo do Padre Francisco de Almeida Barreto, o padre que tinha baptizado Frei Bernardo e amigo da família. Um ano depois, foi sepultado no interior da igreja paroquial de São Romão do Corgo

.Durante a sua curta vida, Frei Bernardo de Vasconcelos escreveu vários artigos e poesias que foram publicados. Toda a sua obra é, essencialmente, mística e teológica, voltada para o espiritual, para Deus. Publicou As Nossas Festas, A Missa e a Vida Interior, A Vida de S. Bento contada às almas simples. Traduziu também o livro Vida na Paz de D. Idesbald van Houtryve. Como complemento para a sua biografia, foi publicada Vida de Amor, autobiografia baseada nas suas cartas. Em verso, deixou os Cânticos de Amor e Poesias Dispersas.


Publicado por Orlando Silva | 9:27 PM

2 Comentários:

J. Teixeira da Silva

Falar da vida de "Frei Bernardo da Anunciada", é fácil e difícil. Fácil, porque quem como eu teve a possibilidade de hà cinquenta anos ler a sua auto - biografia,"VIDA DE AMOR"), ficou a conhecer toda a sua obra, todo o seu percurso de vida na terra e também as suas origens de homem de Basto. Difícil, porque ainda está por desvendar a verdadeira causa da doença que o vitimou e os meios utilizados para a sua cura, tendo em conta, que pertencia a uma das mais ilustres famílias da região de Basto. Mesmo assim, ao debruçarmos-nos na história da vida deste santo, aprás-nos perguntar o seguinte: Por que razão os responsáveis autárquicos do concelho de Celorico de Basto a que pertenceu em vida, ainda não criaram os meios a os projectos de um maior conhecimento da sua santidade?

As pessoas mais velhas, e eu que vou fazer 72 anos, sempre ouvimos falar do Frei Bernardo de S. Romão do Corgo, como um Santo. Por coincidência, tive na família da minha esposa, um familiar que estudou com ele, cujos herdeiros, ainda guardam as cartas com que se correspondiam. A gente de toda a região de Basto, devia organizar uma comissão supra-concelhia,com a finalidade de encaminhar para Roma, o pedido da sua elevação aos altares, como São Bernardo da Anunciada,o nome que ele próprio escolheu, quando fez o noviciado. Não é todos os dias, que Deus nos dá a possibilidade de termos na nossa terra ou região, um Santo nos altares.

Fica a ideia.

J.Teixeirada Silva

10 de Outubro de 2009 19:14

Anónimo

Pelo que me foi dito por um Sacerdote Português, residente em Roma: Portugal não se movimenta sobre o caso de Frei Bernardo de Vasconcelos para que o caso da beatificação surja. É preciso difundir as sua Vida e as suas virtudes.

O que se tem feito?!


10 de Janeiro de 2010 00:01

FREI BERNARDO DE VASCONCELOS OSB


Bernardo de Vasconcelos, Religioso Benedictino, 1902-1932

Bernardo Vaz Lobo Teixeira de Vasconcelos nasceu na Casa do Marvão, em S. Romão do Corgo (Celorico de Basto), em 7 de Julho de 1902.

Depois de ter feito os preparatórios no Colégio de Lamego, foi estudar na Universidade de Coimbra. Ali se expandiu a sua alma de fogo em actividade, fecunda em obra de apostolado: como membro das Conferências de S. Vicente de Paulo; como redactor da revista “Estudos”, órgão do C A D C (Centro Académico de Democracia Cristã); como Vice-Presidente da direcção do mesmo C A D C e Presidente da Liga Eucarística, criada no C A D C para vivificar a piedade dos sócios.

Em Agosto de 1924 entrou na Ordem de S. Bento. Professou em 29 de Setembro de 1925. Recebeu as Ordens Menores en 5 e 6 de Janeiro de 1929.

Subir os degraus do altar, ser ordenando sacerdote – era a grande aspiração de sua alma, mas quis oferecer ao Senhor o sacrifício heróico de ficar privado da dignidade sacerdotal.

E Deus aceitou o seu sacrifício. D. Bernardo, como se ficou chamando como benedictino, foi uma hóstia em sangue, sofrendo em seu corpo os duros golpes com que Deus imolava a sua vítima. Sofreu, com resignação edificante, operações repetidas, dolorosíssimas, que lhe mutilhavam a carne, a ponto de ele próprio chamar ao seu corpo uma “casa esburacada”; sofreu raspagens de ossos, extração quase diária de pus das feridas, que eram chagas abertas no corpo; sofreu a imobilidade na cama, febre persistente, dores de intestinos e de rins, dificuldades de digestão, perturbações do coração.

O seu constante e multímodo sofrimento, aceite generosamente com amor e alegria, prolongou-se durante seis anos, em hospitais e sanatórios, no Porto, na Falperra, na Póvoa de Varzim e na Foz do Douro, até à madrugada de 4 de Julho de 1932, em que D. Bernardo, aos trinta anos, entregou a sua alma a Deus, incovando a SS. Trindade e dizendo:

“Não chorem; eu vou para o céu... Jesus! Jesus! Eu sou todo de Jesus!...”

Desde então, numerosos peregrinos acorrem frequentemente ao túmulo de D. Bernardo, na freguesia onde nasceu. Invocam a sua intercessão e agradecem os favores que, por seu intermédio têm obtido.

Fonte : Patriarcado de Lisboa.

* * *

Frei Bernardo de Vasconcelos

mais um Santo Português

A 9 de Outubro de 1987 ficou concluído em Braga o Processo Diocesano em ordem à desejada Beatificação e Canonização de Frei Bernardo de Vasconcelos, falecido há 67 anos.

O povo, porém, não esperou pela decisão da Igreja, e desde a sua morte começou o venerá-lo como «santo» e a peregrinar até à sua sepultura.

Bernardo de Vasconcelos nasceu a 7 de Julho de 1902 no seio de urna distinta família na Casa do Marvão em S. Romão do Corgo, Celorico de Basto, distrito e Diocese de Braga.

Feito a curso liceal no Colégio de Lamego, dirige-se aos 17 anos para Coimbra, onde sofreu, no princípio, uma certa desorientação. Teve porém o felicidade de ser levado pelo mão de Deus para a C.A.D.C. Nessa Associação militavam numerosos jovens dos mais distintos na vida católica e cultural. Alguns deles vieram mesma a exercer influência decisiva no panorama religioso e político da nassa Pátria.

Integrado nas Conferências de S. Vicente de Paulo, sentiu a problema dos pobres, a cujo bem, material e sobretudo espiritual se dedicou ardorosamente. Visitava-os, consolava-os e partilhava com eles todos os seus haveres. Quando em 1924 se despediu de Coimbra, deixou-Ihes todos os objectos escolares e um sobretudo cuja venda se converteu em alimentos para as famílias mais carenciadas.

Em 1931 escreverá a um colega:

«Faz muito bem em se inscrever nas Conferências de S. Vicente de Paula, obra das melhores, das mais frutuosas. Recordo com saudade os meus pobrezinhos e ainda aí tenho uma afilhadita, como recordação desses tempos».

Bernardo tem urna alma de poeta que se expande em versos inspirados; é conferente, escritor secretário da revista Estudos, órgão do C.A.D.C.

Filiou-se na Congregação Mariana e é eleito Presidente da Liga Eucarística dos Estudantes, criada para vivificar a piedade dos seus sócios.

O estudo sério, o trabalho incansável e o apostolado activo, entusiasmam o seu coração ardente.

A oração, a leitura e meditação de bons livros, a comunhão diária e as longas visitas ao Santíssimo Sacramento, elevaram o seu espírito das banalidades da terra para a sublimidade celestial. Quantas vezes o viram, envolvido na capa de universitário, diante do Sacrário, na Sé velha de Coimbra! Em Janeiro de 1923 escreve:

«Sinto-me cada vez mais feliz e praza a Deus que eu possa vir ser digno de tanta felicidade. Continuo a orientar a minha vida por um caminho austero e iluminado, conservando sempre bem arraigado à alma o lema que tomei: " a renúncia é o caminho". Conservo, com a graça de Deus, a mesma pureza de coração e também de acções».

Um facto vincou decisivamente a sua vida: o retiro espiritual feito no Luso, com outros colegas universitários, em Fevereiro de 1923:

Vou-me preparar melhor para uma confissão geral, que farei com uma alegria imensa. É a maior graça que Deus me pode conceder , como desejo".

No seu Diário Espiritual, anotou também:

«Servir a Deus é o ideal mais alto, é o ideal única - é o ideal».

A sua vida interior não passava despercebida aos seus companheiros de estudos. Era até para eles motivo de admiração e estímulo.

Doutor José de Paiva Boléu, seu antigo colega, escreveu:

«Um dia, urna pessoa que o não conhecia, ao vê-lo numa sessão solene, numa atitude não afectada, e numa concentração natural do seu espírito, declarou-me que o Bernardo parecia um anjo a rezar. Em Fátima, por ocasião de uma peregrinação, urna pessoa, que também o não conhecia, declarava admirada, que nem a multidão, nem as cerimónias litúrgicas, nem a fé simples e entusiasta do bom povo da nossa terra, a impressionaram tanto como a resignação cristã, a coragem verdadeiramente heróica que se espelhava no rosto do Bernardo, enfileirada com os outros doentes para receber a bênção do Santíssimo».

Uma sua condiscípula, na Faculdade de Direito, deu este testemunho a 19 de Maio de 1924, depois de o ter ouvido recitar um soneto seu:

«Ouvi o Bernardo... Este, ou eu me engano muito, ou é já santo. Esta convicção mais se arraigou posteriormente, ao saber da sua resignação e da conformidade com a vontade do Senhor durante a sua longa doença...A partir de certa altura convivi com ele, na persuasão de que seria santo... No seu apostolado activo e intenso e, sobretudo, no seu elevado misticismo, o Bernardo é um modelo vivo a apresentar aos jovens de Portugal».

Sob a orientação de alguns guias espirituais, sobretudo do jovem professor da Faculdade de Letras, o Doutor Manuel Gonçalves Cerejeira, mais tarde Cardeal Patriarca de Lisboa, decidiu entregar-se ao Senhor, na vida religiosa, na Ordem de São Bento.

Ao saberem, em segredo, que ele ia deixar Coimbra, os seus colegas, acorrem à estação do caminho de ferro, para se despedirem. Houve lágrimas, mas lágrimas de alegria. Pastas e fitas voaram nos ares. Os passageiros, que iam no comboio, perguntavam o que era aquilo, que apoteose era aquela. Era alguém que deixava tudo para se unir ao Senhor.

O místico jovem ficou impressionado.

«Recordo com íntima mas serena comoção aquela despedida fraternal que tive em Coimbra. Para a minha alma sedenta de Deus e de O comunicar às almas todas, foi uma grande consolação».

A 16 de Agosto de 1924 ingressou no Mosteiro beneditino de Singeverga. Pouco depois expande a sua alegria:

«Este delicioso isolamento tem-me feito um bem incalculável à alma. O Ofício Divino é um encanto! Que majestade e que poesia! Que esplêndidas orações da Igreja! Salmos de súplica, de saudade de Deus, de louvor e de glorificação! Que beleza e fonte inexaurível da mais sã poesia! Como Deus é bom!».

A sua piedosa e santa mãe, que tinha feito o sacrifício da sua oferta ao Senhor escreve:

«E o que fez a minha boa mãe? Reconheceu também que eu era de Deus, e a Ele me entregou de novo. Perdeu-me? Restituiu-me a esse Bondosíssimo Senhor e a esse Inigualável Amigo».

O seu ideal era ser sacerdote, celebrar a Santa Missa, sobre a qual escreveu coisas tão belas. Resolveu porém fazer o acto heróico de renunciar a essa dignidade, o fim de obter para a sua Ordem, em Portugal, as graças necessárias para a seu estabelecimento e florescimento.

A oferta foi aceite.

A cruz bate-lhe à porta e transforma-o numa «hóstia em sangue».

Vai percorrer as casas da sua Ordem, quer em Portugal, quer em Espanha e na Bélgica, com o sofrimento a dilacerar-lhe o corpo, com uma tuberculose vertebral. E internado em hospitais e clínicas, mas sempre debaixo do peso da cruz.

São seis anos de martírio numa imolação cruenta, com operações repetidas - a mutilar a carne, a abrir canais, a raspar ossos - a extracção quase diária do pús, a imobilidade do corpo, a febre persistente, as dores dos intestinos e dos rins, as dificuldades da digestão, a fadiga cerebral, as perturbações do coração.

Admiremos a grandeza da sua alma :

«Estou nas mãos de Deus. Tenho sofrido bastante; Só com o auxílio d'Ele poderia suportar certas dores. Ele lá tem os seus desígnios. Uns são destinados para pregar; outros para orar; outros para sofrer. Neste tempo em que o mundo é atravessado por uma onda de despudor e de baixeza moral, é mais necessária a expiação e o desagravo».

Sofria, porém, inundado de alegria sobrenatural, vivendo aquilo que recomendava a um colega enfermo:

«Não te entregues à tristeza que só serve para inutilizar as nossas melhores energias... dilata o teu coração e deixa entrar nele o sol vivificador da alegria. Alegria, mas com tantas provações? Olha o que te digo: quem viste ainda sem cruz? A cruz segue-nos onde quer que vamos e temos de a levar; e, se a não quisermos erguer generosamente e levar nos nossos braços aos abraços, quer dizer; com todo o ardor do nosso coração o que a fará mais levezinha, teremos de a levar atrás de nós, aos arrastos».

Noutra carta :

«Para longe as tristezas doentias. Triste é o pecado, triste deve ficar quem ofende a Deus... Um bom cristão não tem direito de se dar à tristeza».

A seu respeito escreveu o médico que o tratava no Porto :

«No meu consultório conhecem-no todos; todos o respeitavam carinhosamente e todos, qualquer que fosse o seu ideal religioso ou político, lhe chamavam o frade santinho».

Quantas pessoas não impressionou Frei Bernardo com a sua vida de amor! Amou a todos e amou-os com amor puro, delicado, ardente. Possuía o condão de atrair, aquecer e elevar as almas. Uma auréola de profunda simpatia envolve o seu nome. E tantos, no contacto com ele, experimentaram a maravilhosa atracção para a verdade, o bem, para Deus.

Na Foz do Douro, aos 30 anos de idade, no dia 4 de Julho de 1932, sem agonia, rodeado da família, a quem pedia perdão e consolava, suspirou :

«Ó Santíssima, ó Santíssima Trindade! Não chorem, eu vou para o Céu... Jesus, Jesus, eu sou todo de Jesus».

E expirou santamente.

(Da Revista " Cruzada ", de Agosto-Setembro 1999 )