El momento más crítico de Juan Pablo II:
El atentado, entre el misterio y el milagro
No está claro por qué Ali Agca le disparó al Papa y si recibió ayuda en el hecho previsto en el tercer secreto de Fátima.
Cerca de las cinco de la tarde del 13 de mayo de 1981, el joven turco de 22 años Mehmet Ali Agca renuncia a dispararle al Papa cuando pasa frente a él, de espalda y en un automóvil descubierto. Mientras Agca se aleja de la multitud, oye que la gente vuelve a vitorear "¡Papa!,¡Papa!,¡Papa!". El Pontífice retorna en una segunda vuelta a la Plaza de San Pedro, en Roma. "Estaba decidido a ir a la estación para volver a Zurich... y vivir en paz. Pero en aquel momento sucedió un milagro, improvisadamente volví atrás y le disparé", describió el turco en el libro de 1996 "Mehmet Alí Agca. Mi verdad", de la periodista Anna Maria Turi.
Dos disparos. Uno penetra un brazo del Pontífice, el otro atraviesa su tórax, hiriéndolo gravemente. Son las 17:19 horas, y la alegría desaparece de los rostros congregados en torno al obispo vestido de blanco. "No pienso en huir. Deben lincharme. No, debo suicidarme. Rápidamente apunto la pistola a mi corazón, aprieto el gatillo pero no funciona. Tiro la pistola. Alguien me sujeta...grito a un policía '¡Mátame! ¡Mátame!'. No me dispara...La Providencia ha ahorrado la vida tanto al Papa como a mí...Satanás ha fracasado en el Vaticano, fracasado misteriosamente".
Karol Wojtyla siente miedo y mucho dolor, pero también "un extraño sentimiento de confianza" de que iba a vivir, de acuerdo a su último libro, "Memoria e identidad". Antes de llegar al hospital Gemelli, donde estará dos meses y medio hospitalizado, el Papa le dice a su secretario personal, Stanislaw Dziwisz, "perdono al asesino".
Desde esa jornada hasta ahora la magistratura de Roma ha abierto tres investigaciones y dos juicios, pero 24 años después aún no está claro por qué Agca le disparó al Papa y si contó con la ayuda de alguien.
Una teoría dice que el atentado fue producto de una conspiración entre los servicios secretos búlgaros, la mafia y el grupo terrorista "Los lobos grises", al cual pertenecía el agresor turco. Recientes archivos desclasificados del temido servicio secreto de Alemania Oriental, la Stasi, parecen favorecer la versión de que los mortíferos tentáculos de la KGB soviética estuvieron detrás del ataque.
El jueves el diario italiano "La Repubblica" publicó una entrevista en la que Ali Agca decía haber conspirado con autoridades del propio Vaticano. "El diablo está dentro del Vaticano. Sin ayuda de sacerdotes y cardenales no habría podido realizar aquel gesto", habría dicho. Pero ayer Agca negó la entrevista completa.
El propio Ali Agca, quien se encuentra escribiendo un libro en el que contará "toda la verdad" sobre el atentado, ha dado distintas versiones sobre la aciaga jornada. Siempre ha dicho que el ataque le había sido "ordenado" por "fuerzas sobrenaturales" sin razones aparentes, y después le achacó la orden a "Dios Santísimo". Curiosamente, esa tesis es favorecida incluso por el propio Vaticano.
El secreto de Fátima
Exactamente 19 años después del atentado, el 13 de mayo del 2000, el Vaticano reconoció que el hecho se relacionaba nada menos que con el tercer secreto que la Virgen de Fátima le entregó 83 años antes a tres humildes niños pastores de Portugal. En uno de los párrafos del texto redactado por Lucía dos Santos, una de los testigos de la aparición en Fátima, se habla de un "obispo vestido de blanco" que muere a manos de "un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de armas de fuego y flechas".
El Papa siempre dijo que una mano disparó (la de Ali Agca) y que otra (la de la Virgen) desvió la bala y le salvó la vida. El día en que casi muere, Wojtyla llevaba colgada del cuello una medalla de la Virgen de Fátima.
¿A quién amenazaba el polaco conservador? ¿Hubo una mano divina involucrada, o fue sólo el arrebato de un don nadie que quiso trascender?
Preguntas sin respuesta. Quizás la clave esté en el propio Ali Agca, que hoy llora por el destino del Sumo Pontífice desde su prisión en Estambul. Después de haber sido indultado el 13 de junio del 2000, fue extraditado a Turquía, donde cumple una condena a siete años de presidio por un robo a mano armada cometido en los 70 y otra a diez años de prisión por el asesinato de un periodista en 1979.
Los planes para atacarlo que no fructificaron
El Papa Juan Pablo II es considerado una de los líderes mundiales que más expuesto ha estado a ataques, muchos de los cuales han logrado ser desbaratados.
Febrero de 1981, Pakistán: antes de que el Papa comenzara a celebrar una misa estalla un explosivo en las manos de un agresor.
Mayo de 1982, Portugal: guardias de seguridad logran detener a tiempo al sacerdote español Juan Fernández Krohn, quien iba a agredir a Juan Pablo II con una bayoneta.
Noviembre de 1982, España: según las policías de España y Francia se logra evitar un atentado planeado por la organización terrorista vasca ETA.
Febrero de 1983, Italia: la policía italiana apresa a un turco, quien supuestamente planeaba atentar contra el Sumo Pontífice.
Marzo de 1983, El Salvador: se informa que fue descubierto un complot contra el Papa.
Junio de 1983, Polonia: durante la visita de Juan Pablo II a su país natal se anuncia que habría planes de atentar contra él. El gobierno polaco desmiente esta versión.
Mayo de 1984, Corea del Sur: un estudiante coreano, un probable desequilibrado mental, apunta con una pistola falsa hacia el vehículo del Papa.
Mayo de 1986, Holanda: la policía apresa a un turco, quien parecía querer matar al Papa durante una misa celebrada en Amsterdam.
Noviembre de 1986, Australia: dos horas antes de la llegada del Papa a Brisbane, es detenido un australiano de origen irlandés con cinco cócteles molotov en su poder, los que quería arrojar al Papa. El detenido había sido dado de alta de una clínica psiquiátrica.
Enero de 1995, Filipinas: antes de una misa la policía detiene a varias personas, que supuestamente planeaban un atentado.
Abril de 1997, Bosnia-Herzegovina: antes de la llegada del Papa, agentes bosnios descubren 23 minas antitanque debajo de un puente que iba a atravesar Juan Pablo II en su tránsito del aeropuerto a la ciudad.
Mayo de 1997, Líbano: según oficiales de seguridad libaneses se iba a atacar con cohetes el avión en el que viajaba el Papa.
Junio de 2003, Croacia: Un grupo extremista islámico amenazó con matar al Papa durante la visita a Croacia. En un correo electrónico enviado a varios medios de comunicación, el remitente aseguró que el asesinato se cometería "en nombre de Alá".
Junio de 2003, Bosnia-Herzegovina: La visita del Papa es acompañada de amenazas falsas de bomba.