Entrevista al Padre Andres Tirado, Exorcista de la Iglesia Ortodoxa Sirio-Bizantina.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
Dos periodistas de elempleo.com, presenciaron el exorcismo de una persona poseída y cuentan de primera mano su experiencia.
"En este reino conviven dos poderes, dos reinos, el de Nuestro Señor Jesucristo y el Rey del Infierno, el enemigo; en ambos reinos hay poderes y protección a sus seguidores, sea a los hijos de la luz o a los hijos de las tinieblas, pero hay que dejar algo claro, el reino de la oscuridad nunca podrá destruir a los hijos de la luz" Biblia de Jerusalén, Evangelio de Juan 1-5, versión 1976.
La práctica del exorcismo es tan antigua como la misma historia del hombre. En la antigua Babilonia, los sacerdotes rompían una imagen de arcilla o cera que simbolizaba la figura del diablo. Por su parte, las religiones también realizaban diferentes rituales, por ejemplo, los hindús, exorcizaban a sus creyentes mediante el uso de humo de estiércol de vaca y cerdo, mientras que golpeaban al poseído, ofrecían monedas de cobre y oraban por la liberación de sus piadosos.
En la biblia también se encuentran referencias a la práctica del exorcismo y a la histórica dualidad entre Dios y el demonio. El nuevo testamento relata que Jesucristo expulsaba espíritus malignos a través de la oración y aunque, al mismo Jesús, no se lo consideraba un exorcista, este habría sido el principio de esta práctica.
La preparación para el ritual
El exorcismo en Colombia es un procedimiento poco conocido y son escasos los sacerdotes que se enfocan en esta área de trabajo, por lo qué las personas que sufren de diferentes síntomas de posesión muchas veces no saben a quién acudir.
En busca de conocer más sobre este tema, nos pusimos en contacto con el Padre Andrés Tirado Pérez, sacerdote experto en exorcismos, quien nos indicó que tenía una persona con síntomas de posesión, que había accedió a dejarnos presenciar el ritual en busca de guiar a otras personas que están en su misma situación y no saben dónde buscar ayuda.
"En el país el exorcismo es una cuestión muy complicada porque las diferentes religiones e iglesias no lo quieren aceptar. Hay muy pocos que se dedican a esto y los pocos que trabajan en esta rama, no tienen experiencia, no conocen y para esto se necesita un don, una fuerza", afirma el Padre Andrés Tirado Perez, presidente de la Corporación Tu Corazón y el Mío Para la Humanidad, y autor del libro "Como enfrentar al demonio y vencerlo".
El Padre, quien trata entre 30 a 50 casos anuales de posesión demoniaca, realiza este trabajo de manera gratuita, recibiendo únicamente una ganancia espiritual. En relación a los casos de posesión, la gran mayoría de ellos se dan debido a brujerías personales y trabajos negros mandados a hacer a terceros. La segunda razón más común son los casos de manipulación casera de cualquier tipo de invocaciones espirituales, junto con pactos directos con el diablo.
Así es un exorcismo desde adentro
En busca de ver de cerca cómo era la práctica de un exorcismo, el 9 de noviembre, en el sur de Bogotá, nos encontramos para grabar en vivo y en directo, la forma en que se lleva a cabo este ritual.
La persona a quien se le realizó la liberación, cuyo nombre pidió no ser publicado, de edad avanzada y con un rostro pálido y personalidad lánguida y apagada, llevaba más de 20 años con un sinnúmero de males en su vida. Mala suerte, dolores de cabeza inexplicables, moretones, depresión, pesadillas, quebrantos de salud e insomnio, síntomas considerados señales de posesión.
"La posesión tiene indicios específicos como el sentirse mal en muchas áreas, no ser feliz, sentir que en la noches los privan, además de la presencia de pesadillas, sentimiento de persecución, mareo al estar en un sitio espiritual o al orar, y, el alucinar con imágenes sagradas", afirma el Padre.
La mala energía y una profunda sensación de tristeza y desesperanza, predominaron en el corto pero significativo dialogo que sostuvimos con la persona a la cual se le iba a practicar la liberación, quien estaba asustada y nerviosa por el proceso que estaba por comenzar.
Los exorcismos requieren de mucho trabajo y en ocasiones de hasta 6 meses de constantes sesiones para ser exitosos. En esta ocasión, la persona poseída tenía su segundo exorcismo, luego de haber visitado por primera vez al Padre Andrés hace unos pocos días y asombrase al notar que un demonio en su cuerpo se había manifestado al recibir agua bendita.
Luego de un corto dialogo, ingresamos al lugar donde se realizaría el exorcismo. El ritual suele ser llevado a cabo por tres personas, sin embargo en esta ocasión, seriamos cinco en total, incluyéndonos a nosotros, dos periodistas.
El sitio, un consultorio pequeño y con mucha luz, fue el escogido para realizar el exorcismo debido a su tamaño y a la posibilidad de tener privacidad en el ritual.
El procedimiento empieza cuando el Padre se pone la túnica y ha bendecido anteriormente el lugar. Luego comienza a hacer una oración de protección a los asistentes, tomando agua bendita y haciendo la figura de la cruz en la frente, las muñecas y la garganta de los presentes.
En este punto el Padre nos pidió a mí compañero y a mí, que nos alejáramos y simplemente grabáramos la sesión. Luego, le dijo a la persona a quien se le iba a realizar el exorcismo, que se sentara y esperara mientras él ponía tres velas en forma de triangulo (el ojo de Dios) en un rincón del consultorio.
Acto seguido, el Padre puso su mano en la frente de la persona poseída y empezó a orar. En ese momento todos realmente estábamos tranquilos, había tensión y nervios en el ambiente, no era para menos, sin embargo, el miedo real se desató a pocos instantes de comenzar la sesión.
El Padre terminó su oración y noté como poco a poco la persona poseída empezó a estremecer fuertemente sus dedos y cabeza, luego se sentó sobre el piso y comenzó a moverse de atrás hacia adelante, acto seguido se levantó y empezó a gritar.
El ayudante del Padre, en forma rápida, reaccionó y la tomó de los brazos intentando contener su agresividad mientras que el sacerdote continuaba con sus oraciones.
Infatigablemente el Padre seguía orando mientras que la poseída movía su cabeza y no se quedaba quieta. Pronto, llegó el momento del clímax, el Padre Andrés tomó fuertemente la cabeza de la exorcizada y en tono efusivo y dominante le dijo" ¿demonio quien eres?, identifícate".
La persona poseída, quien hasta este momento poco hablaba y no mostraba ningún tipo de emoción diferente al miedo, respondió con una espeluznante y aterradora carcajada y dijo "somos tantos" y justo en ese instante las velas se cayeron, desatando el pánico entre los asistentes.
En ese momento sentí terror, comprendí lo que realmente estaba pasando y me sentí espantado de ver la transformación de esta persona, quien agresivamente intentaba soltarse de la fuerte contención del ayudante del Padre. Recordé las conocidas adaptaciones cinematográficas del proceso de exorcismo, y supliqué con todas mis fuerzas, que esta sesión no fuera a tener un desenlace parecido.
Mientras tanto, el otro periodista, asombrado también de la fuerza sobrenatural de esta persona, cuya edad debería rondar alrededor de los 60 años, se mantenía grabando todo lo que pasaba.
Los rezos y las oraciones del padre no cesaban, mientras que la persona poseída no paraba de moverse, gritar, reírse y responder "no me voy a ir", cada vez que el Padre le ordenaba que dejara el cuerpo de esta persona. Para mi asombro, y alivio, la voz de la persona poseída nunca cambió de forma, más si de tono, y cada vez más me aterraba su risa y la manera como una segunda personalidad había aparecido en el proceso.
Asustado, me incliné hacia la puerta de salida y le pedí a Dios que se acabara el ritual, sin embargo esto no pasó y en cambio, el Padre preocupado me suplicó que lo ayudara a contener a la persona poseída, quien le ganaba en fuerza a su ayudante.
Vacilé e hice como si la conversación no fuera conmigo, pero esto no funcionó, el Padre nuevamente me pidió que tomara los brazos de la exorcizada. Noté que no tenía otra salida, ni el sacerdote ni el ayudante, podían controlar a esta persona de edad avanzada, que tenía una fuerza inexplicable.
Con miedo, me acerqué y tome a la persona poseída con fuerza, mientras que las oraciones y los rezos continuaban. Exaltado, el Padre me gritaba que no la fuera a soltar por ningún motivo y yo, junto con el ayudante, la tomamos con más fuerza.
Finalmente la persona poseída quedó exhausta y la sentamos en la silla donde inicialmente empezó todo el proceso. El Padre, nos pidió que saliéramos del lugar para que lo pudiera bendecir. Al rato, luego de 20 minutos, salió la persona poseída, estaba mareada, confundida e impactada por lo que acababa de suceder.
El Padre, luego nos comentó que la entidad que posee a esta persona, es un demonio fuerte y que necesitará más sesiones para poder hacer la liberación total.
Posteriormente, nosotros nos despedimos y aún asustados, salimos del lugar, pensando que aunque algunas personas puedan usar fraudulentamente este ritual, lo que presenciamos fue real, y cambiará la perspectiva de nuestras vidas por siempre.
Actualmente, esta persona se encuentra en su cuarta sesión de exorcismos, donde el Padre espera que a principios del próximo año pueda sacar totalmente el demonio que la posee, y así, después de 20 años de sufrimiento, esta mujer pueda vivir una vida normal.
Juan Felipe Pinzón García
Periodista
En un momento del Ritual de Exorcismo
El Padre Andrés Tirado, Exorcista, Vicario de la Proto Eparquía del Rito Sirio-Bizantino para Colombia, y Comendador de los Caballeros de Devoción de la Orden Bonaria.