En el seminario de La Reja ya piensan en un sucesor
Aunque dicen que Williamson está dispuesto a recapacitar, se especula con un reemplazante
La reafirmación de la posición de Richard Williamson, difundida a través de una revista alemana - Der Spiegel -, tomó por sorpresa a la comunidad lefebvrista en la Argentina. Pero no tanto a los superiores de ese prelado, a quien el Papa pidió el miércoles que tomara distancia de sus dichos sobre el Holocausto para integrarlo nuevamente a la Iglesia, de la que permanece excomulgado desde 1988.
"La entrevista con Der Spiegel fue concertada con acuerdo de sus superiores y el consejo de su abogado", dijo ayer a LA NACION una fuente inobjetable de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, que reúne a los seguidores del ultratradicionalista y cismático Marcel Lefebvre.
Según esa fuente, una vez que se difunda la entrevista completa otorgada por Williamson, "se verá con ojos muy distintos a quien desde hace dos semanas se presenta poco menos que como un monstruo". El obispo, dicen, "está dispuesto a recapacitar" su opinión y reconsiderar su punto de vista.
Durante la mañana de ayer un inusitado movimiento de sotanas llamó la atención de los fieles que acostumbran participar de la misa en latín de las 11.30 en el templo del seminario de La Reja, Moreno, que dirige Williamson desde hace cinco años.
Llegaron sacerdotes de distintos puntos del país. "Evidentemente, habrá algún anuncio importante que debe ser comunicado personalmente", dedujo uno de los asistentes.
Pero el motivo de ese encuentro extraordinario no trascendió los muros entre los que, en poco menos de tres semanas, retomarán sus estudios unos 25 jóvenes.
Antes o después, se esperan allí cambios en la dirección del seminario. Sus declaraciones a la televisión sueca sobre el número de víctimas del Holocausto y la negación del uso de las cámaras de gas para asesinar prisioneros provocaron uno de los peores dolores de cabeza a Benedicto XVI, empeñado en continuar el diálogo que comenzó su antecesor con la comunidad judía. Además, hizo peligrar el intento de la Santa Sede de reincorporar a la Iglesia a los seguidores de Lefebvre.
Cambios
Entre los allegados a la comunidad lefebvrista argentina especulaban ayer con la posibilidad de que, en lugar de Williamson, sea designado Alfonso de Galarreta, quien fue consagrado obispo por Lefebvre en el mismo momento que el británico.
Galarreta, actual superior de la Casa Autónoma de España, tiene 52 años, nació en España pero vivió desde niño en la Argentina. Estudió tres años en el seminario de La Plata y luego ingresó al de Econe, en Suiza. En el seminario de La Reja fue profesor y director durante pocos meses.
Antes de conocerse la ratificación de los dichos de Williamson se especulaba con que no correría la misma suerte que su ocasional defensor, el padre Floriano Abrahamowicz. Ese sacerdote, que era responsable del nordeste italiano, fue expulsado anteayer de la Fraternidad San Pío X por respaldar las afirmaciones de Williamson.
La situación de este último era distinta, decían aquí, porque a diferencia del sacerdote italiano el obispo británico había obedecido la indicación de no volver a hablar sobre el tema. La expulsión de Williamson de la Fraternidad sería una medida extraordinaria sin antecedentes.
Hasta el momento es muy común que los miembros se vayan por decisión propia de la organización a raíz de disidencias con el manejo de las relaciones con el Vaticano, el problema principal de los lefebvristas. La indisciplina o autonomía de sus integrantes es bastante tolerada. O lo era hasta ahora.
Domingo 8 de febrero de 2009
Silvina Premat
LA NACION
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