Hoy se ha sabido que un magnate ruso ha pagado 1000 millones de dólares por una mansión en Silicon Valley.
Me imagino que no tiene relación alguna con la noticia, pero hay gente que no puede pagar el dentista, o que no sabe si le echarán a la calle al mes siguiente por no pagar el alquiler.
Pero no me parece mucho dinero. 1000 millones de dólares es poco para cobijar la soledad de su alma. Le resultarán insuficientes a todas luces.
La casa cuenta con nueve cuartos de baño, mas le va a resultar imposible usar más de dos aseos a la vez. Este señor lo único que necesitaba era un cuarto donde colocar su cama, un salón de estar y quizá una cocina. El resto de habitaciones son sólo para enseñarlas a las visitas. En el fondo este hombre ha estado trabajando para enseñar la casa a las visitas. Toda una vida trabajando para acabar convirtiéndose en guía de su propia casa.
Yuri Milner es el millonario, o mejor dicho la víctima de su propia fortuna. Compadezcámoslo. Después de lo que ha hecho es digno de lástima. Muy por el contrario Bill Gates ha donado una tercera parte de sus beneficios a obras de beneficencia y está liderando con tesón un movimiento para animar a los multimillonarios a legar parte de sus fortunas en vida, y no después de sus muertes.
Publicado por Padre Fortea en 9:26 PM